Faltaban sólo dos días para viajar a Estados Unidos. Iba a estudiar en una escuela para Científicos Cristianos, donde no conocía a nadie. En medio de mis preparativos, me quemé la cara con cera caliente, a causa de un descuido de la depiladora. Al llegar a mi casa, le conté a mi madre lo que había pasado, y comenzamos a orar de inmediato. Llamamos a una practicista de la Ciencia Cristiana para que nos ayudara a orar, porque yo tenía mucho temor. La piel ya había comenzado a escamarse, y estaba preocupada por la fea apariencia.
La practicista me recomendó varias citas de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, para que leyera y calmara mi pensamiento. Ella detectó de inmediato que mi mayor miedo era lo que pensarían los demás en un país desconocido para mí, por eso me dijo algo así: "Cuando ores, ora para que los demás vean lo que hay dentro de ti, no tu apariencia, sino lo que realmente eres como hija de Dios".
Claro, esto sonaba muy bien pero yo tenía 16 años y, por supuesto, la apariencia física parecía ser algo importante. De hecho, era algo con lo que yo no me sentía demasiado cómoda, pues siempre había creído que era demasiado alta, o demasiado flaca o mis dientes demasiado grandes... La practicista estaba rompiendo con esa impresión de que mi apariencia podía limitarme de alguna forma. Todo lo contrario, me estaba invitando a orar para que los demás pudieran ver el bien en mí, sin basarse en mi apariencia.
Esta idea de esforzarme por expresar a Dios libremente, sin limitarme por las apariencias, abrió la posibilidad de que se manifestara la curación. No obstante, también tuve que luchar contra las opiniones de amigos y familiares que vinieron a saludarme, y muchos expresaron primero curiosidad y luego preocupación por el feo aspecto de la quemadura, diciéndome que probablemente tendría una cicatriz o marca en la cara por el resto de mi vida. Mi familia y yo continuamos orando, reconociendo que "el donaire y la gracia son independientes de la materia", como lo expresa Ciencia y Salud. Y luego continún diciendo: "El ser posee sus cualidades antes que se las perciba humanamente. La belleza es una cosa de la vida, que mora por siempre en la Mente eterna y refleja los encantos de Su bondad en expresión, forma, contorno y color".Ciencia y Salud, pág. 247. El razonar sobre esas verdades me trajo mucha paz, pues comprendí que la belleza espiritual jamás había estado, ni estará, limitada por la materia. Yo era tan hermosa como las cualidades que reflejara. El Alma, uno de los sinónimos de Dios, incluye las cualidades de gracia, belleza, gentileza. Todos podemos reflejar esa belleza del Alma, que no depende de lo que ven los ojos.
Esta nueva comprensión de mi relación con Dios me mostró que yo soy Su reflejo puro, y esta idea me ayudó a sanar. Durante las 24 horas que duró el viaje hasta Saint Louis, en Estados Unidos, leí Ciencia y Salud en cada aeropuerto y avión, reafirmando que la Ciencia Cristiana es realmente una Ciencia que da pruebas de su veracidad; que es la ley de Dios en acción, y por lo tanto no puede fallar. A los dos días mi cara estaba completamente bien, y pocos días más tarde, cuando fui a la escuela, ya no quedaba ni rastro de la quemadura. No me quedó cicatriz alguna.
Gracias a esta experiencia comprendí el significado de este pasaje de Ciencia y Salud: "La belleza, como la verdad, es eterna; pero la belleza de las cosas materiales, efímera y fugaz como la creencia mortal, se desvanece".Ibid, pág. 247. El intentar aprecian en otros sus cualidades espirituales y bellas—que no tienen nada que ver con su apariencia física—me ha permitido sentirme libre para expresar lo que realmente soy. La verdadera belleza y satisfacción jamás dependen de la apariencia física, porque la belleza es en realidad una cualidad del Alma Dios. Durante mi estadía en esa escuela, y luego en la universidad, he tenido la oportunidad de hacer muchos amigos que me aprecian por lo que soy, y mi apariencia jamás ha sido un limitación para mi felicidad.
¡Es un gran alivio saber que expresar el Alma es la mejor receta para la belleza!
    