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la trinidad

¿Quién era Jesús? ¿Qué es la trinidad? ¿Por qué debe interesarnos?

Del número de marzo de 2011 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Ha habido confusión y desacuerdo respecto a quién era Jesús, desde el comienzo mismo de su ministerio. Crecientes desacuerdos sobre su identidad entre los cristianos del siglo cuarto—especialmente respecto a su relación con el Padre y el Espíritu Santo—hizo que el emperador romano Constantino convocara a un concilio de obispos en el año 325 de nuestra era para resolver el asunto y restaurar la armonía en la Iglesia: ¿Era Cristo Jesús—el Mesías prometido—Dios, o el Hijo de Dios; coexistía con el Padre o fue creado por Él? En el Concilio de Nicea los obispos redactaron un documento conocido como el Credo de Nicea declarando que el Hijo es "Dios verdadero del Dios verdadero", quien bajó del cielo y "por el poder del Espíritu Santo fue encarnado de la Virgen María, y fue hecho hombre".

La perspectiva de que Dios existe como tres personas en una sola Deidad—el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, conocidos como la trinidad—es la que la mayoría de los cristianos todavía cree hoy. Pero ¿cómo se veía Jesús relacionado con Dios, y por qué es importante? Es importante porque Jesús dijo: "El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hara",Juan 14:12. y "Estas señales seguirán a los que creen".Marcos 16:17. Es obvio que Jesús esperaba que la curación que él realizó continuaría, y si nosotros creíamos —si teníamos la suficiente comprensión espiritual de la verdad que él trajo al mundo, en lugar de una mera fe ciega—podríamos hacer esas obras sanadoras y más aún.

En el siglo XIX vivió una devota cristiana que conocía la promesa de Jesús de que todo aquel que creyera en él haría grandes obras. Ella sufría mucho debido a su mala salud, pero no lograba encontrar alivio en los remedios convencionales ni en las enseñanzas de su iglesia. La curación dentro de la iglesia cristiana había disminuido considerablemente desde el siglo cuarto. Ella buscó en otros sistemas, tal como homeopatía, hipnotismo y mesmerismo, pero sin resultado alguno. Cuando todo lo que probó no logró sanarla, en su momento de mayor necesidad tras tener un serio accidente, ella recurrió a Dios de todo corazón. Después de leer una de las curaciones de Jesús en su amada Biblia y orar con sinceridad, ella fue sanada, aunque aquellos que estaban presentes no esperaban que sobreviviera.

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