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Artículo de portada

Libres del racismo y el sectarismo

Del número de octubre de 2013 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Publicado originalmente en el Christian Science Sentinel del 10 de junio de 2013.


 Leide Lessa fue la invitada en esta charla en vivo de JSH-Online, a principios de este año. La bisabuela de Leide era esclava en Brasil y se casó con un indígena brasileño. Después, la familia fue creciendo hasta incluir europeos y libaneses. De modo que para ella, este tema es de suma importancia. Leide es practicista y maestra de la Ciencia Cristiana, y vive cerca de Boston, Massachusetts, en los Estados Unidos. Esta charla ha sido revisada para su publicación. Para escuchar la charla completa, visita sentinel.christianscience.com/free-from-racism. Las preguntas fueron formuladas por el público.

Yo no odio a nadie, pero me da miedo la gente que actúa de manera amenazante, especialmente si son de otra raza u origen distinto del mío. ¿Cómo puedo superar esto? 

Dios es Amor, y sólo podemos interactuar con los demás con amor. Cuando amemos a Dios sobre todas las cosas, y aprendamos a amarnos a nosotros mismos, amaremos a los demás.

En una ocasión, cuando llegué a la casa de mi hermana, cuatro jóvenes me asaltaron y me quitaron el automóvil. Uno de ellos me apuntó con una pistola, pero yo sentí mucho amor por ese hombre. Continuamente me decía a mí misma: “Él no puede hacerme daño. Es el hijo amado de Dios. Es amoroso, y sólo puede ver al Cristo en mí”.

Me pidió mi bolso, y le dije: “Oh, no, por favor, necesito mis documentos”. Entonces otro de los hombres dijo: “Vámonos, déjala con su bolso”. Así que se subieron al auto y se fueron. Yo empecé a orar de inmediato. El auto fue hallado intacto el mismo día, y también encontraron a dos de esos cuatro hombres.

Así que todo empieza en tu pensamiento. Cuando aprendes a amar a Dios y a amar a tu prójimo incondicionalmente, sientes que siempre estás protegido, porque Dios te ama sin importar quién está a tu alrededor. El odio humano, cualquiera sea su fuente, jamás puede tocarte porque, como dice Mary Baker Eddy, te puedes sentir “revestido con la panoplia del Amor…” (Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 571).

Trabajo en un negocio con personas de distintos orígenes. Yo los quiero y los aprecio, pero ellos no siempre se llevan bien. Esto tiende a crear una atmósfera desagradable que a veces aleja a los clientes. ¿Cómo puedo cambiar las cosas para bien?

Tienes la gran oportunidad de sanar esa situación. Puedes orar para que Dios te inspire a hacer lo que es correcto, y no necesitan ser grandes cosas. A veces simplemente una palabra aquí y allá, una invitación para reunirse; cualquier cosa que la oración te guíe a hacer contribuirá a que se resuelva la situación.

Por supuesto, cada situación es muy particular así que no puedo decirte exactamente qué debes hacer. Pero sabemos que si oras específicamente, declarando en tu pensamiento que la paz es suprema, que la armonía es el único orden en la creación de Dios, entonces la armonía puede realmente gobernar todo el ambiente de ese negocio, y tú puedes contribuir a que cambie la situación.

Me encanta pensar que el Amor divino va a cada rincón del lugar donde estoy. Así que puedes pensar que el Amor divino es supremo y está presente en cada rincón de ese negocio. Puedes declarar que la armonía, el orden, el amor, el equilibrio, la inteligencia, la buena interacción, el buen comportamiento, la felicidad, la alegría —todas esas cualidades que pertenecen al Amor divino— nos pertenecen a nosotros donde quiera que estemos porque somos la creación de Dios.

Me encanta pensar que el Amor divino va a cada rincón del lugar donde estoy.

Tú y esas personas, cualesquiera sean las diferencias de experiencia, cultura o idioma, son todos creación de Dios y son uno con Dios. Cuando dejemos de ver las diferencias, cuando tengamos bien claro que el orden, la armonía, es la ley que gobierna nuestra vida y todo negocio —incluso el negocio donde tú trabajas— habrá cambios.

Lo importante es confiar en tus oraciones, no dudes de ellas. Ora con todo tu corazón, con toda tu mente, con toda tu alma, con toda tu comprensión. Tienes que saber y confiar en que “el Amor divino corrige y gobierna al hombre”, como dice Mary Baker Eddy (Ciencia y Salud, pág. 6), entonces verás el gobierno del Amor establecido en ese negocio.

¿Podrías comentar acerca de la diversidad desde una perspectiva espiritual?

Para mí, la diversidad es realmente un símbolo de las ideas y manifestaciones infinitas de Dios. La diversidad enriquece y da poder, así que me gusta pensar que cuanto más incluyas a la diversidad en tu vida —ya sea con tus amigos o en tu familia— tanto más experimentarás el amor, la belleza, la inteligencia de Dios.

Para mí, la diversidad es realmente un símbolo de las ideas y manifestaciones infinitas de Dios.

Esta actitud y manera de pensar tienen un efecto dominó. Al incluir más diversidad en nuestro círculo de amigos, familia y colegas, ampliamos este concepto de ideas, de diferentes cualidades. Y de esta forma expresamos amor.

También me gusta pensar que necesitamos recurrir a nuestro origen, a nuestra naturaleza espiritual, a nuestra verdadera esencia, para ayudar a sanar el odio, la ira, el temor y otras sugestiones asociadas con la discriminación. Cuando comprendemos y sentimos realmente que somos la imagen y semejanza de Dios, y que Dios es Mente, también comprendemos que la Mente es la única fuente de la inteligencia, la única fuente del razonamiento, de la creación. Por ende, el verdadero razonamiento no puede incluir prejuicio u odio. Sólo puede ser puro.

Dios es Amor, y Dios es la única fuente de los afectos y sentimientos puros, de manera que todas las cualidades del Amor nos pertenecen a cada uno de nosotros. Todos —cualquier persona, en cualquier lugar del mundo— podemos expresar estas cualidades a nuestra propia manera y apreciar la individualidad de cada uno, sin olvidar que todos somos las ideas completas de Dios, y reconociendo que somos únicos. Podemos ver la diversidad incluso en las huellas digitales, ¿no es así? No hay dos personas iguales, y todas las cualidades espirituales que cada una de ellas expresa son maravillosas. Veamos realmente cada vez más cualidades espirituales expresadas en los demás, entonces ayudaremos a eliminar y a sanar todo sentido de discriminación, de odio, de racismo, en todas partes.

¿Qué es lo que más se necesita para sanar el racismo?

Amor. Necesitamos comprender más plenamente que Dios creó a todos iguales, que Dios ama a todos, y que para Él no hay diferencias. De manera que, cuanto más comprendamos del amor que Dios tiene por nosotros, y por toda la humanidad, tanto más ayudaremos a suprimir este razonamiento irracional de que algunas personas valen menos que otras, porque eso no es verdad. Todos somos igualmente valiosos.

Necesitamos recurrir a nuestro origen, a nuestra naturaleza espiritual, a nuestra verdadera esencia, para ayudar a sanar el odio, la ira, el temor y otras sugestiones asociadas con la discriminación.

Me encanta el capítulo 40 de Isaías. Como dijo Martin Luther King, Jr.: “Algún día, todo valle será alzado, todo monte y collado bajará, los lugares ásperos serán allanados, y los lugares torcidos se enderezarán, ‘y se manifestará la gloria del Señor, y toda carne juntamente la verá’ ” (véase Isaías 40:4, 5, discurso “I Have A Dream” (Yo tengo un sueño), pronunciado en la ciudad de Washington en 1963).

De manera que nuestra esperanza, nuestra fe con comprensión, nuestro amor incondicional hacia todos, ayudarán a detener el racismo y la discriminación, porque la discriminación, el racismo y el prejuicio representan falta de amor, y con el amor no hay lugar para esas cosas, no hay lugar para el odio, no hay lugar para el racismo, no hay lugar para el prejuicio.

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