¡Hola! Quiero contarles una curación que tuve con la oración hace dos años. Un día, estaba en la escuela y empecé a tener mucha fiebre. Mi maestra se preocupó mucho y quería llevarme al hospital. El director de la escuela llamó a mis padres, pero sus teléfonos estaban apagados, así que no pudo comunicarse con ellos.
Me permitieron quedarme en la escuela por un rato. Como les había pedido que no me llevaran al hospital, al principio el director pensó que yo le tenía miedo a las agujas o a que me dejaran solo. Pero yo le dije que era estudiante de la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana y que mi familia siempre ora cuando estamos enfermos. Yo sé que Dios es Amor, y que Su presencia infinita está siempre conmigo. Él me creó perfecto y sano. Le dije al director que Dios es el mejor médico que existe, y que yo confiaba totalmente en Él.
Mi maestra me llevó a un cuarto donde podía estar tranquilo y se quedó conmigo. Yo apoyé la cabeza sobre el escritorio.
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