Enero de 2013
Manual de la Iglesia
Artículo VIII, Sección 13:
“Todo miembro de La Iglesia Madre pagará anualmente una capitación no menor de un dólar, que deberá enviarcada año al Tesorero de la Iglesia”. —Mary Baker Eddy
Estimados miembros:
Uno de los grandes privilegios de trabajar como Tesorero es comunicarse cada año con los miembros de La Iglesia Madre respecto a los pagos de la Capitación anual. Las notas, los mensajes de correo electrónico y las llamadas que recibimos de los miembros me recuerdan las cosas que nos unen, entre ellas, el amor a Dios, el amor que sentimos los unos por los otros y el amor al prójimo. Todos sentimos una profunda gratitud por Mary Baker Eddy, su descubrimiento de la Ciencia del Cristianismo y la Iglesia que ella fundó para sanar y salvar a la humanidad.
Sin embargo, a veces quizás nos sintamos solos, distanciados de la iglesia y hasta separados del amor de Dios y el sentimiento de fraternidad que lo expresa. En momentos como estos, nuestro gran Ejemplo, Cristo Jesús, nos muestra el camino. Su convicción de que Dios está siempre presente jamás fluctuó. Aun cuando sus más cercanos seguidores estaban a punto de abandonarlo, Jesús afirmó categóricamente: “No estoy solo, porque el Padre está conmigo” (Juan 16: 32).
En el amanecer de un nuevo año, celebremos juntos nuestra inseparable relación con el Amor divino y las innumerables formas en que nos apoyamos mutuamente para bendecir al mundo. Todos conocemos la Verdad que satisface toda necesidad. Estamos sostenidos por un pastor —la Biblia y Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy— que aconseja, guía, consuela y sana. Cada día oramos: “Venga Tu reino”, y estudiamos, aplicamos y prosperamos gracias a la inspiración que imparten cada semana las Lecciones Bíblicas del Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana. Los domingos y los miércoles nos reunimos para alabar a Dios y sentir el apoyo y las oraciones afectuosas de los otros congregantes en distintas partes del mundo.
Todos formamos parte de la “familia universal [de Dios], sostenidos en el evangelio del Amor” (Ciencia y Salud, página 577). Nunca subestimen la contribución que están haciendo. Gracias por cada oración que hacen, su demostración de la curación cristiana, su testimonio de la omnipotencia de Dios y su afectuoso gesto hacia nuestra Iglesia.
