En su libro Niagara: A History of the Falls [Niágara: Una historia de las cataratas] Pierre Berton relata que Charles Blondin (a quien se refiere Mary Baker Eddy en la página 199 de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras) cruzó muchas veces las Cataratas del Niágara por una cuerda tirante. En diferentes ocasiones, a mitad de camino, cocinó su desayuno, dio un salto mortal y se balanceó sobre una silla. Además, las cruzó con los ojos vendados, durante la noche, y llevó a su administrador al otro lado de las cataratas cargándolo a cuestas. Todo lo hizo sabiendo que podía hacerlo.
Respecto al hecho de saber que uno puede orar con eficacia, Jesús dijo: “Cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho” (Marcos 11:23). Saber que podemos traer armonía a cualquier situación humana, que podemos sanar el pecado y la enfermedad mediante la oración, es clave para seguir a Jesús de esta manera.
El hecho maravilloso de que no existe nada aparte de Dios, apoya tu obra sanadora. Aunque puede que se requiera mucho crecimiento espiritual para demostrar esta realidad por completo, tenemos el derecho de saber que sabemos que Dios es todo, porque reflejamos Su comprensión de esta verdad metafísica.
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