Durante un viaje a Florida, desperté una mañana cubierta de picaduras de chinche y llena de ronchas. Ese día permanecí adentro de la habitación porque mi aspecto era muy desagradable y no quería molestar a nadie. Sin embargo, estaba preocupada y llamé a una practicista de la Ciencia Cristiana para que me ayudara por medio de la oración. Ella, de inmediato, me dijo que dejara de mirar la materia y leyera este párrafo de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, “Vuelve tu mirada del cuerpo hacia la Verdad y el Amor, el Principio de toda felicidad, armonía e inmortalidad” (pág. 261).
Asistí desde chica a una Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana donde aprendí que Verdad y Amor son sinónimos de Dios. Dios es bueno y amoroso, por tanto la Verdad y el Amor deben ser hermosos y apacibles. Me di cuenta de que la Sra. Eddy no dice simplemente que apartemos la mirada del cuerpo y no hagamos nada, sino que nos volvamos hacia la Verdad y el Amor para sanar.
Yo quería ver representado en el cuerpo lo que es verdad acerca de mí desde una perspectiva espiritual: armonía y perfección.
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