¿Ha escuchado la frase “Practica la bondad fortuita y los actos de belleza sin sentido”? La autora Anne Herbert la escribió en el salvamanteles de un restaurante en Sausalito, California, en 1982, y llegó a convertirse en el título de un libro del que fue coautora, así como en un lema popular.
¡Sin duda, el mundo sería un lugar mucho mejor si todos nosotros practicáramos la bondad individualmente cada día! Sin embargo, los intentos humanos fortuitos por hacer el bien, por muy loables que sean, desde luego no son suficientes para enfrentar y erradicar el mal organizado; especialmente el terrorismo organizado basado en el odio teológico radical y fuera de lugar al que el mundo se enfrenta hoy en día.
Entonces, ¿qué se necesita para eliminar el mal organizado?
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