En muchas culturas, el otoño, cuando se cosechan los cultivos, es tradicionalmente la época de expresar gratitud. Por ejemplo, Sucot, que conmemora los años que los judíos pasaron en el desierto en el camino a su Tierra Prometida, celebra la forma en que Dios los protegió en condiciones difíciles. Y creyentes y no creyentes por igual en Canadá y los Estados Unidos celebran su Día de Acción de Gracias todos los años. La gratitud es siempre una cualidad valiosa, y las expresiones diarias de gratitud brindan un sentimiento tranquilo y fortalecedor de la gracia del Espíritu, Dios.
Este año, esta temporada, muchos de nosotros en todo el mundo podríamos ser perdonados por hacer algunas preguntas difíciles. ¿Es posible estar agradecido después de las luchas que hemos tenido en todo el mundo? ¿Qué pasa si los temores y las incertidumbres, o incluso la apatía, nos convencen de que no tenemos mucho por lo que sentirnos agradecidos?
¡Estar agradecido realmente no es una opción! Es nuestra respuesta natural a la bondad infalible de Dios.
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