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Roland nos dice que ninguna otra experiencia le ha dado una sensación de cercanía tan grande con Dios como él relata en este testimonio. Reconocer la guía divina lo salvó en una situación de peligro extremo.
Cuando no había cupo disponible para que diera un examen importante, este adolescente no se enojó ni se dio por vencido. Se apoyó, en cambio, en lo que había aprendido en la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana para orar por la situación, y muy pronto obtuvo resultados.
Nunca es demasiado temprano o demasiado tarde como para vivir y amar de acuerdo con nuestra verdadera identidad divina. Esta forma generosa de vivir sirve para elevar la norma moral para nuestras familias y para el mundo.
Cuando el Amor divino llene nuestras iglesias de tal manera que excluya el yo, las multitudes nos apretarán como apretaron a Jesús, y seremos sanados de nuestras angustias y sufrimientos.
La inmigración es un tema complejo. Y es también un tema que llega al corazón de una comunidad. De hecho, llega al corazón de cada uno de nosotros porque es esencialmente la manera en que tratamos a nuestros vecinos.
Seis meses después de comenzar su estudio de la Ciencia Cristiana, Ginger no sentía ningún síntoma relacionado con el diagnóstico médico de una enfermedad reumática autoinmune incurable. Lea cómo se procesó la curación.
Aunque ella estaba de lo más entusiasmada por compartir la Ciencia Cristiana y los efectos sanadores que había tenido en su vida, esta estudiante universitaria enfrentó escepticismo —a veces incluso hostilidad— de gente que parecía no tener ningún interés en Dios o en la religión. La oración la ayudó a encontrar una perspectiva diferente al compartir con la gente y una nueva forma de hacerlo.
Después de postergar un gran proyecto, esta estudiante de secundaria solo tuvo una noche para terminarlo, y todo parecía ir mal. Fue entonces cuando aprendió una lección espiritual que no solo la ayudó con su proyecto, sino que también cambió su actitud acerca de postergar las cosas.
No hay nada que pueda detener el amanecer de la Verdad en la consciencia humana y en nuestra práctica individual de la Ciencia Cristiana.
Una lesión durante un partido de fútbol americano hizo que este jugador se preguntara si podría unirse a su equipo para el próximo partido local. Pero mientras oraba, obtuvo la renovada convicción de que podía sanar, sin demora.