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Si Dios está siempre con nosotros, y Dios nos ha dado un propósito, entonces nuestro propósito siempre está con nosotros.
Publicado originalmente en portugués
La luz de Dios brilla,
con rayos de saber;
el amanecer contempla,
y libre habrás de ser.
Incluso en circunstancias extremas, el Cristo, nuestro Salvador, está siempre presente para sanar a todos los que recurren a él.
No había nada que pudiera hacer para controlar las cosas, pero podía saber que Dios tiene el control por completo.
Cristo Jesús pudo mantener una atmósfera mental libre de temor y duda al sanar a las personas, y nosotros también podemos hacerlo.
El crecimiento espiritual durante mis años universitarios allanó el camino para las bendiciones de la vida y las contribuciones profesionales en las décadas que siguieron.
Verdaderamente, el Señor es nuestra confianza: la tuya, la mía, la de todos.
La Mente divina se hace eco en la bondad inmutable que se origina en el Dios infinito, siempre presente y disponible.
La curación del dolor de espalda me inspiró a orar por las personas en la zona del terremoto, sabiendo que son hijos amados de Dios, tal como yo.
Mis temores se disolvieron, y sentí genuinamente la presencia de la alegría divina y la fortaleza espiritual que nos apoyaba a todos a medida que avanzábamos.