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"Oramos para ver al bebé como inseparable de Dios; nunca, ni por un momento, privado de la vida, porque Dios es la Vida misma. Sentí que la imagen mortal del sufrimiento y la imperfección que yo tenía, continuaba cediendo ante esta verdadera imagen de la identidad espiritual del bebé". 

De repente, vi en esta intensa lucha espiritual el epítome de la gracia y la gloria.

Omitir las palabras Ciencia Cristiana en referencia a la profesión del enfermero de la Ciencia Cristiana puede promover un falso sentido de la misma.

El espíritu pionero es esencial para la práctica cristiana. Asumir el espíritu pionero en nuestros esfuerzos por comprender y experimentar a Dios eleva todo lo que hacemos y es la esencia del verdadero progreso.

Su mamá tuvo la idea de cambiar las palabras del himno como una forma de orar. Estaban subiendo una colina empinada hasta la cabaña donde servían el desayuno, así que cantaron: “¡Escalamos en la luz de Dios!”.

No hay pensamientos materiales o que impongan la enfermedad, porque no hay consciencia que no derive de Dios, la Mente divina.

Estoy muy agradecido por la protección y curación que proporciona la Ciencia Cristiana.

Aprendí que las cualidades de paz, comodidad y refugio son cualidades espirituales que nunca se nos pueden quitar, y aferrarnos a lo espiritual nos lleva al resultado correcto.

Me di cuenta de que no podía carecer de salud o plenitud, ya que Dios siempre está conmigo y cuidando de mí porque es el Amor omnipresente.

Mientras oraba, me di cuenta de que yo también necesitaba la enfermería de la Ciencia Cristiana.