
Para jóvenes
Sentirse fatigado por el trabajo ya era algo con lo que este consejero luchaba… y luego fue asignado a los campistas más pequeños y activos. Sigue leyendo para descubrir qué salvó su verano.
Este consejero del campamento no había tenido muchas curaciones propias cuando se lesionó en el campamento. Pero a pesar de que la lesión no parecía gran cosa, se dio cuenta de que, no obstante, era una oportunidad para orar.
Cuando un miembro de la iglesia criticó lo que llevaba puesto, esta veinteañera no estaba tan segura de querer volver a la iglesia. ¿Dónde estaba la inclusión que anhelaba? Estaba a punto de averiguarlo.
Cuando las circunstancias de la pandemia la llevaron a un oscuro agujero de inquietud y ansiedad, esta adolescente pensó que podría sobrellevar la miseria hasta que la vida volviera a la normalidad. Pero cuando eso no funcionó, encontró una respuesta aún mejor en la Ciencia Cristiana.
Cuando sus amigas comenzaron a ignorar las reglas de sus padres durante un viaje por carretera, esta estudiante universitaria se sintió totalmente justificada de estar enojada. Pero un pensamiento persistente vino a su rescate, y cambió la dinámica con sus compañeras de viaje.
Cuando era niña, le encantaba la Ciencia Cristiana. Pero a medida que se acercaba la graduación del bachillerato, nada de lo que había aprendido en la Escuela Dominical tenía sentido. O eso pensaba ella.
Ella siempre había estado segura de que lo que había aprendido en la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana era cierto. Pero cuando se trataba de ponerlo en práctica en “el mundo real”, se sentía atascada. Luego, mientras leía Ciencia y Salud, tuvo un momento decisivo.
Cuando este jugador de baloncesto del bachillerato se enteró de que tendría que perderse el resto de su temporada debido a una lesión, se sintió decepcionado, pero también motivado para tener una curación rápida.
El poder del Cristo, que la iglesia nos ayuda a experimentar, cambió la vida de esta autora.
Ella había estado esperando pasar un fin de semana divertido con amigos que no veía muy a menudo. Pero cuando esta adolescente comenzó a lidiar con un problema doloroso en el pie, supo que necesitaba una solución, y cuanto antes. Por ese motivo recurrió a la oración.