
Para jóvenes
Este adolescente no era fanático de volar, pero cuando comenzó la turbulencia, realmente se asustó. ¿Cómo podría encontrar una calma interior cuando el temor parecía tan intenso? El ejemplo de otro pasajero lo ayudó a que comenzaran sus oraciones.
Debería haber estado esperando ansiosamente el torneo estatal de fútbol, en cambio, esta estudiante del último año del bachillerato se sentía decepcionada: Se había lastimado el tobillo y su entrenador le había dado a su propia hija un codiciado lugar en la plantilla. ¿Qué la impulsó hacia adelante a pesar de estos contratiempos? Sigue leyendo para averiguarlo.
Estudiar en la escuela en línea únicamente era bastante difícil para esta estudiante de bachillerato. Pero tener una profesora exigente empeoró aún más las cosas. Afortunadamente, esta adolescente tenía la Ciencia Cristiana para ayudarla a aprender a pensar en la situación de una manera diferente y sanadora.
Luchando con la inseguridad y la baja autoestima, esta estudiante de bachillerato no parecía verse a sí misma como inteligente o capaz. Pero cuando obtuvo el papel principal en una obra de Shakespeare, supo que algo tenía que cambiar, y lo que había aprendido en la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana allanó el camino para un gran cambio.
No importa dónde nos encontremos, el Amor divino es una protección constante para nosotros, y podemos ver la creación “muy buena” del Amor en todas partes. Comprender este hecho espiritual erradica el miedo, nos hace sentir confiados y nos mantiene a salvo.
Para esta autora, la baja autoestima, la ansiedad y la depresión parecían la norma, y le costaba entender quién era o por qué existía siquiera. Cuando un mensaje de texto de su hermano la refirió a Ciencia y Salud para encontrar respuestas, su ira se convirtió inesperadamente en alivio y asombro.
Su compromiso de estar en la Escuela Dominical era un deseo innato de conocer mejor a Dios y seguirlo más. Lo que obtuvo de la Escuela Dominical hizo que esa asistencia “obligatoria” pareciera un regalo.
Cuando el dentista le dijo que ella no tenía más remedio que hacerse extraer las muelas del juicio, esta estudiante de bachillerato eligió un camino diferente. ¿Qué decidió? Llamó a una practicista de la Ciencia Cristiana y oraron juntas; los resultados sorprendieron al dentista.
Sentía que todos eran mejores que ella, y que lo sabían. Pero en lugar de quedarse atrapada en esos sentimientos, buscó ayuda, y la encontró en la Ciencia Cristiana.
Si parece que hemos estado orando mucho por algo y no está pasando nada, ¿qué podemos hacer? Esta autora comparte por qué podemos confiar en los efectos de nuestras oraciones y persistir.