Relatos de curación
Me Recomendaron la Ciencia Cristiana cuando ingresé a un sanatorio para pacientes tuberculosos. Mis hermanas me dijeron que me ayudaría mucho.
La Primera Curación que tuve por medio de la lectura de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy, ocurrió cuando estaba en la escuela primaria. Antes de dejar mi hogar para asistir a un colegio anglicano como alumno interno, mi madre me regaló un ejemplar de este libro.
Durante La Segunda Guerra Mundial, pertenecí a la infantería del Octavo Ejército Británico, en la campaña del desierto en el norte de África. Mi compañía se hallaba afuera en una patrulla armada, y por unos días yo conduje un camión de radio comunicaciones.
Hace Algunos Años , me sentí muy angustiada por una constante y detallada discusión en la prensa acerca del cáncer. Recordé las palabras de Mary Baker Eddy: “La prensa, sin saberlo, propaga muchas penas y enfermedades entre la familia humana”.
“ Para Los Que se apoyan en el infinito sostenedor, el día de hoy está lleno de bendiciones” ( Ciencia y Salud, pág. vii).
Cierta noche cuando estaba preparándome para salir a cenar con mi esposo, comencé a sentir dolor en uno de mis dientes posteriores. En el pasado, frecuentemente había tenido problemas con mis dientes y con una enfermedad de las encías.
Cuando era niña, y durante mi juventud, me cuestionaba algunos de los conceptos que había aprendido con respecto al cristianismo. No me sentía identificada con ninguna de las iglesias Protestantes a las que había concurrido.
En 1986 Tuve una curación por la cual estoy profunda y especialmente agradecido. Durante los dos últimos días había estado sufriendo de un intenso dolor en los riñones, que me impedía comer, beber, dormir y aun orar.
Cuando perdí la audición en un oído, mis compañeros de trabajo me dieron mucho apoyo. Pero me daba vergüenza pedir a otros que me repitieran las cosas.
Cuando tenía veintiún años me vi involucrada en un accidente automovilístico que puso en riesgo mi vida. Los médicos aconsejaron a mis padres que si querían verme con vida debían llevarme de inmediato a la sala de urgencia.