Hace Unos Años, un amigo de la familia tenía planeando irse a los Estados Unidos, y necesitaba dinero para su viaje. Yo le dije que tenía cuatrocientos dólares que le podría prestar, pero que necesitaba que me los devolviera tan pronto como fuera posible. Él aceptó, e incluso me dijo que me los iba a devolver con intereses. Después de que se fue perdí todo contacto con él, y no recibí ese dinero como él había prometido.
Esto me afectó, pero empecé a orar para no aceptar los argumentos que sugerían que no me iba a pagar y que ese dinero estaba perdido. Todas estas sugestiones en nada ayudaban a fortalecer la realidad acerca de su verdadero ser, como hijo de Dios honesto, puro y justo. Esto es algo que he aprendido en mi estudio de la Christian Science.
Al recurrir a Ciencia y Salud para encontrar inspiración, leí lo siguiente: “Aferraos a la verdad del ser en contraste con el error de que la vida, la sustancia o la inteligencia puedan estar en la materia. Abogad con sincera convicción de la verdad y con clara percepción del efecto invariable, infalible y seguro de la Ciencia divina” (pág. 418). Además, en la página 453 encontré algo muy fortalecedor que dice: “La honradez es poder espiritual. La falta de honradez es debilidad humana, que pierde el derecho a la ayuda divina. Descubrís el pecado, no para perjudicar al hombre corpóreo, sino para bendecirlo; y un móvil bueno tiene su recompensa”.
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