
Relatos de curación
Hace más de treinta años me vi afligido de una seria inflamación a los párpados que no cedía ni ante el cuidado de algunos de los mejores especialistas de este país. Mientras me hallaba como paciente en un hospital militar hice amistad con un joven oficial del ejército, quien estaba bajo tratamiento a causa de una infección a los huesos de la cara y por una afección de sinusitis.
Hace más o menos trece años oí por primera vez acerca de la gran verdad sanadora llamada Christian Science. Había estado en el ejército y al terminar la segunda guerra mundial fui traído del extranjero en malas condiciones físicas.
Hace ya muchos años que siento un gran deseo de expresar en un testimonio mi profunda gratitud por el hecho que al tiempo del nacimiento de mi primer niño me valí del tratamiento según la Christian Science. Y ahora es para mí motivo de gran gozo expresar gratitud por el nacimiento subsiguiente de mis dos últimos niños que ha sido muy armonioso bajo el tratamiento de la Christian Science.
En el año 1950, me estaban asistiendo cinco médicos, incluso dos especialistas, los cuales me daban sólo seis meses de vida en razón de las serias condiciones en que me hallaba debido a un cáncer. No obstante, fuí sanada mediante la ayuda de unas bondadosas amigas que me atendían y la ayuda de un practicista de la Christian Science.
Conocí la Christian Science Nombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es “Ciencia Cristiana”.
Cuando nuestra hijita contaba cuatro meses se vió atacada de bronconeumonía. Nuestro médico nos había hecho varias visitas pero la niña empeoraba en vez de mejorar.
Así cantó acerca de Dios el Salmista (Salmo 40:2): “Me hizo subir también de un pozo horrible, de un lodo cenagoso, y asentó mis pies sobre una roca, y dió firmeza a mis pasos. ” La Christian Science me halló, por cierto, en momentos de gran extremidad, de modo que me aferré a ella de toda corazón.
Muchas son las curaciones que he experimentado mediante la Christian Science Nombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es “Ciencia Cristiana”.
“Las señales y las maravillas que el Dios Altísimo ha hecho conmigo, conviene que yo las publique” (Daniel 4:2). En cierta ocasión mientras acarreaba agua para dar de beber a mi caballo que pastoreaba en un campo de pasto verde y fresco, decidí cortar camino y en el cual debía atravesar un enmohecido alambrado de púa.
El primer párrafo del capítulo titulado “La Oración” en Ciencia y Salud por Mary Baker Eddy fué para mí de gran ayuda durante las múltiples pruebas que tuve que soportar cuando era novicia en el estudio de la Christian Science, al tiempo en que vivía en un país extraño donde no existían ni una sola Iglesia Científica de Cristo ni tampoco una practicista listada en el Christian Science Journal. La primera frase de este párrafo dice: “La oración que reforma al pecador y sana al enfermo es una fe absoluta en que para Dios todas las cosas son posibles,— un entendimiento espiritual de El, un amor abnegado.