Editoriales
Nadie más ha eclipsado antes o desde entonces su registro de curación o su comprensión de esta Ciencia, excepto el Mostrador del camino.
La gracia muestra un estado maduro de pensamiento que frena el egoísmo que intenta ser aceptado como parte de lo que somos.
La compasión propia del Cristo es poderosa y activa y nos impulsa hasta que se logra la curación.
La Mente divina se hace eco en la bondad inmutable que se origina en el Dios infinito, siempre presente y disponible.
Todo aquel que alimenta a los que anhelan amor, eleva el pensamiento de los perdidos, consuela al doliente y socorre al extranjero es la Iglesia viviente.
El Cristo nos permite sentir el poder y la vitalidad de Dios, el Amor divino, y esa luz nunca puede extinguirse.
Si sentimos falta de inspiración, cada una de las prácticas espirituales de Jesús es una escalera que baja del cielo para nosotros.
La salud es tan integral para nosotros como las rayas lo son para un tigre.
La quietud que resulta al comprender la omnipresencia del Espíritu tiene un impacto sanador continuo.
Buscar la guía de Dios alimenta la profunda hambre por las cosas del Espíritu. Esto aleja el egocentrismo y nos permite discernir la verdad de la existencia.