Mediante el estudio de la Christian ScienceNombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es “Ciencia Cristiana”. aprendemos que el único hombre real que Dios ha creado refleja la libertad de la Mente divina. Aprendemos que el ser, o la existencia, no es material sino espiritual. También percibimos en cierto grado y demostramos que la identidad de uno es mental y que la habilidad para pensar o saber es un don divino. Debemos apreciar y respetar esta habilidad. Debemos mirar con respeto nuestra facultad o poder para pensar, porque aun humanamente considerado, es una indicación y prueba del origen espiritual del hombre.
Los filósofos, los psicólogos y los hombres de ciencia de todas las eras jamás han explicado por qué pensamos o por cuáles medios. Ninguno ha explicado la mente ni revelado su origen. Para ellos, lo que llamamos consciencia o estado de consciencia sigue siendo un misterio; pero todos admiten que la mente existe y que sin pensamiento no habría evidencia del ser consciente.
Sólo la Christian Science nos da una respuesta racional e inteligente. Declara que Dios es la única Mente que existe de por sí e infinita; revela la relación inseparable entre la idea y la Mente. Muestra que nuestra identidad verdadera se expresa en el saber, o sea el reflejo, de esa Mente y como el desenvolvimiento individual de las ideas infinitas. Declara que la consciencia espiritual es todo lo que hay o es necesario que haya. La Christian Science enseña que cuando uno percibe esta consciencia o cognición y la reclama como suya por reflexión, ha discernido su propia identidad individual real e incorpórea. Entonces se ve el ser real del hombre como espiritualmente mental, no físico ni material; y concibiendo al hombre como espiritual, logra uno constantemente una comprensión más clara y más absoluta de su identidad mental capacitándose por lo mismo para rechazar la sugestión de que vive en un cuerpo mortal y material.
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