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La función del Alma

Del número de julio de 1952 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Cuando Moisés condujo a los hijos de Israel hacia el interior del desierto, vió la necesidad de un santuario que simbolizara a la mente primitiva del pueblo la continua presencia con ellos del Dios de sus abuelos. Por lo cual mandó construir un tabernáculo, una estructura a modo de tienda portátil. En el tabernáculo simbolizó la presencia de Dios con un candelabro de oro con seis brazos. Encima de la caña central y de los seis brazos colocó siete lámparas. Así fué simbolizada la naturaleza entera de Dios en los albores del progreso del monoteísmo.

En otras varias partes de la Biblia se hace referencia al candelabro con sus siete lámparas, destacadamente en Zacarías 4:2 en donde el emblema representa al “Señor de toda la tierra” y en Apocalipsis 4:5 en donde se declara inequívocamente que “había siete lámparas de fuego ardiendo delante del trono, las cuales son los siete espíritus de Dios.” Por lo cual se verá que la Biblia indica definitivamente la séptupla naturaleza de Dios, pero estaba reservado a Mary Baker Eddy, Descubridora y Fundadora de la Christian Science, formular los siete sinónimos de Dios atribuyéndoles sus respectivas funciones. Queda a las generaciones futuras la aptitud para evaluar la importancia que tiene para la humanidad esta encumbrada revelación de la naturaleza de Dios.

Mrs. Eddy enumera estos siete nombres primero en la página 115 del libro de texto de la Christian Science, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras,” bajo el epígrafe marginal de “Sinónimos divinos,” en este orden: “Dios: El Principio divino, la Vida, la Verdad, el Amor, el Alma, el Espíritu, la Mente.” En un capítulo subsecuente intitulado “Recapitulación” amplía su definición de Dios con estos sinónimos acompañados de los calificativos incorpóreos, divinos, supremos, infinitos (pág. 465). Y luego en el Glosario aparecen estos sinónimos en dos lugares, primero en la definición de Dios en la página 587 y después en la definición de Mente en la página 591. Es digno de notarse que en esta última cita se añade la palabra “substancia,” pero no con mayúscula como los sinónimos, dando así a entender que substancia no es un sinónimo, sino otro término para nombrar a la Deidad.

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