Un querido amigo que vió mi necesidad de curación me presentó la Christian ScienceNombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es “Ciencia Cristiana”., pero yo no la acepté desde luego. Acababan de hacerme una operación peligrosa y pensaba yo que si recobraba mi salud, recobraría también mi gozo y felicidad y se restablecería en mi hogar la armonía. Mi salud mejoró en ciertos sentidos, pero empeoró mucho más en otros sentidos. En cuanto al gozo, la felicidad y armonía, parecían estar más lejos de mí que nunca, y yo sumamente desalentada. Una casa grande y dos pequeños hijos a qué atender me abrumaban con más exigencias de las que soportaba mi exhausta condición física.
Pocas semanas después me sucedió algo muy angustioso, y viéndome tan afligida e imposibilitada, recurrí a la Christian Science con todo mi corazón. Compré el libro de texto, Ciencia y Salud, y solicité tratamiento de un practicista.
La lucha fué severa a veces, pero, como quien se ahoga, bregué por salvarme. Estoy muy agradecida por la ayuda y el aliento que me impartieron los practicistas entonces. Algo lentamente recobré mi salud y mis fuerzas, pero esforzándome sinceramente por conocer y comprender a Dios, sané de mis dificultades físicas, recobré mi gozo y felicidad, y planté mis pies en el sendero de la verdad.
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