En corros dispersos la gente deambulaba a la orilla de un lago. Observando la deslumbrante senda de luz crepuscular que el sol le sol le desdoblaba por sobre el agua y hasta sus pies, una Científica Cristiana rememoró la estrofa inicial del Himno 64 del Himnario de la Christian Science.
De lo sensorio al Alma es mi sendero,
de inquieta sombra a dulce claridad;
el alba de lo real brota en mí; quiero
gloriarme: ¡He hallado la Verdad!
Pensó ella luego en la definición de “sol” que da el Glosario del texto de la Christian Science, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mary Baker Eddy (pág. 595): “El símbolo del Alma gobernando al hombre,— de la Verdad, la Vida y el Amor.”
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