Nuestra carta del 15 de noviembre de 1962 dirigida a todos los miembros de La Iglesia Madre delineaba un proyecto que ya lleva seis meses en acción, de modo que aprovechamos esta oportunidad para agradecer a Uds. por vuestra pronta cooperación. Agradecemos profundamente toda vuestra devoción y consagración.
Las cartas llenas de inspiración y fruición que hemos estado recibiendo evidencian el hecho que sostiene la Ciencia Cristiana [Christian Science Pronunciado Crischan Sáiens.], es decir, que al bendecir a los demás nos bendecimos a nosotros mismos. Continuemos trabajando, vigilando y orando como trabajadores de buena voluntad, bien dispuestos en esta gran cosecha proclamada por el Maestro y reiterada por nuestra amada Guía. Luego, regocijándonos porque es Dios el que da el acrecentamiento, seguiremos adelante fortalecidos por las palabras del Apóstol (I Tesalonicenses 5:24): “Fiel es aquel que os llama, el cual también lo hará así.”
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