Yo te doy mil gracias, Padre,
por conocer la Verdad;
Y te doy mil gracias, Padre,
por saber que en todo estás:
Ninguna limitación, de Ti, puede proceder,
ni ley material alguna, puede prevalecer.
Ni hay barreras que al Amor puedan el paso impedir,
ni empresa justa y cabal que el mal pueda obstruir.
Hijo soy de Tu creación, y si obediente a Tu ley no me apartare jamás de Tu divino mandar, cual preciado galardón, Padre, me haces consciente estar de Tu eternal mansión, donde Tú sólo eres rey.
De la humildad, la lección
voy aprendiendo a escuchar.
Mi oración, así a expresar:
Desarrolla para mí, Tu infalible plan de acción
que Amor, triunfante forjó.
Sea hecha Tu voluntad.
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