Una rosa en el espejo:
cosa simple al parecer,
pero ella trae a mi mente
el reflejo de nuestro ser.
Nada hay que agregarle,
nada se puede quitar,
el hombre a Dios unido
refleja la realidad.
Toda consciencia es Mente
y la Mente es Dios,
suministrando el bien infinito
sólo por la reflexión.
El hecho de que los mortales
carezcan de protección,
es que no conciben a Dios
como el infinito,
ni al hombre, como su reflexión.
De ahí que el reconocimiento
de esta vieja, nueva revelación
nos trae instantáneamente
a nosotros, la salvación.
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