“Si estamos en condiciones de derribar nuestras propias paredes mentales — los límites de lugar y ambiente— y examinar una vez más la manera en que oramos, en que pensamos.. . podemos demostrar en mayor medida el reino de los cielos, aquí mismo.. . El aspecto acerca del cual oro con más detenimiento es la habilidad de nuestra Sala de Lectura para servir mejor a la humanidad en cualesquiera de las maneras en que lo haya dispuesto Dios.. . ”
Bibliotecario en el centro de
un área metropolitana
En Estos Momentos, se están reconsiderando muchas cosas. Lo que impulsa a esta reconsideración es la revitalización del reconocimiento de lo que significa la Ciencia del Cristo para toda la comunidad. Muchos miembros de las iglesias filiales están comenzando a reconocer que la salud y la vitalidad de sus iglesias están directamente relacionadas con el grado de actividad espiritual que están demostrando dentro de la comunidad. Se “redescubre” que el nexo es la Sala de Lectura. Y las Salas de Lectura más exitosas son aquellas que, por medio de la oración, han discernido y provisto lo que necesita la comunidad.
Es interesante comprender que aunque la mención específica de una sala de estudio no figura en el estatuto para las Salas de Lectura del Manual de La Iglesia Madre por la Sra. Eddy, las “salas de lectura” eran comunes en su época. Se las podía encontrar no solo en las bibliotecas sino también en hoteles, en transatlánticos, en sitios de recreo o en estaciones de ferrocarril. Eran lugares donde la gente podía profundizar conceptos de interés general y obtener las noticias más recientes de los diarios, de discusiones de temas corrientes, de reseñas de libros, etc. Estas “salas de lectura” estaban ubicadas donde su utilización era más conveniente y natural. Cuando pensamos que nuestras Salas de Lectura son una presencia sanadora en la comunidad, ¿no es natural que consideremos primero la necesidad de nuestro prójimo y no nuestra conveniencia?
Una Sala de Lectura de los Estados Unidos informó:
“Nuestra iglesia siempre mantuvo su Sala de Lectura en el edificio de la iglesia, desde que la iglesia se formó hace más de 50 años. Pero los miembros estuvieron orando específicamente para encontrar una buena ubicación dentro de la comunidad.. . Pudimos encontrar un lugar en una esquina con grandes ventanales en ambas direcciones. Esta zona de la ciudad ha sido renovada y embellecida.. . Estamos cerca de la casa de gobierno y frente al departamento de libertad condicional para adolescentes. Nos sentimos muy felices de que la comunidad haya aceptado nuestra Sala de Lectura. [La gente] no puede dejar de ver el letrero bien grande indicando quiénes somos”. Esta Sala de Lectura está muy activa en estos momentos.
Una de las Salas de Lectura auspiciada por La Iglesia Madre está ubicada en un vecindario de Boston de marcada diversidad étnica y racial. El Bibliotecario ya no permanece simplemente sentado detrás de su escritorio, sino que se dedica a conocer en forma activa al vecindario y a su gente. Al explicar el cambio que se operó en su pensamiento, dice: “Desde que comencé a trabajar como Bibliotecario hace siete u ocho meses, me he dedicado en mayor medida a poner en primer término a la comunidad y al vecindario como nunca antes. Solía pensar que una Sala de Lectura era un lugar donde los Científicos Cristianos podían estudiar y orar en quietud. Continúo pensando de esa manera, pero ahora la idea se ha expandido en gran manera. Ahora considero que la Sala de Lectura tiene la vibrante actividad de vivir los dos grandes mandamientos que nos enseña Cristo Jesús. En resumen, la Sala de Lectura ha dejado de ser para mí meramente un lugar. En vez de eso, es la encarnación del amor fraternal”. Este Bibliotecario fue invitado a presentarse en un programa de televisión local para asuntos de la comunidad, para hablar acerca de los cultos religiosos en español que se celebran los domingos en esa Sala de Lectura, y acerca de lo que la comunidad puede encontrar allí. Esa participación resultó en que se hicieran preguntas sobre la Ciencia Cristiana.
En muchas Salas de Lectura se ve y se siente mayor animación. Y esa animación es visible desde el exterior, pero va mucho más allá de las apariencias. Lo que llama la atención es una visión renovada del espíritu del Cristo, de la misión de curación. Y los informes indican incrementos, desde modestos hasta extraordinarios, en la actividad de las Salas de Lectura. Una Sala de Lectura conjunta de una ciudad del sur de los Estados Unidos habla acerca de un espíritu de revitalización palpable. Se ha mudado a un lugar más visible y ahora tiene de treinta a cuarenta visitantes cada día, en vez de los diez o doce, término medio, que tenía antes. La mayoría de estos visitantes no son miembros de la iglesia y algunos se han convertido en visitantes regulares.
No es de sorprender que cuando se derriban las “paredes” mentales, logramos conocer mejor a nuestros vecinos y nos resulta más fácil conversar y compartir cosas con ellos. Las personas que trabajan en una Sala de Lectura se han relacionado con la gente de instituciones locales y comercios de la zona, gracias a las visitas amistosas que realizan con regularidad a lo largo de la calle donde está situada la Sala de Lectura. Nos han comentado que cuando la gente sabe que uno está interesado en ellos, escuchan y se interesan en lo que ese personal de la Sala de Lectura les dice. Por fuerte que parezcan las barreras culturales e idiomáticas, no impiden a la gente entrar a la Sala de Lectura e investigar qué tiene de útil para ellos. Esta Sala de Lectura tiene a menudo visitantes de varias nacionalidades y de diferentes niveles culturales. ¿Cuál es el enfoque de la Bibliotecaria? Ella dice que su oración le ha ido proporcionando un nuevo sentido acerca de cómo llegar a sus vecinos y a la comunidad de una manera que no tiene nada que ver con las fórmulas ni la rutina. Ella escribe: “Mi punto de vista ha variado del enfoque de ofrecer lo que yo pensaba que necesitaba la comunidad, a escuchar mejor a Dios, y a la comunidad, al tomar en cuenta lo que ellos me dicen que necesitan. Y entonces, presto más atención a lo que hay ‘en la casa de mi Padre’ que satisface de un modo perfecto esa necesidad”.
Esta manera de escuchar, a través de la oración, puede derribar viejos patrones de comportamiento. A veces, deberíamos preguntarnos: ¿Estamos haciendo cosas meramente por tradición? Y si hiciera falta algo nuevo, ¿en qué consistiría? Después de todo, no hay fórmulas para el estilo, el enfoque, el horario y la ubicación de una Sala de Lectura. Una Sala de Lectura en Africa tendrá un aspecto diferente a otra situada en Alemania, debido a que cada una tiene sus propias necesidades especiales. Y cuando los miembros oran para hallar la manera más inspirada de responder a esas necesidades, pueden producirse interesantes innovaciones.
Tomemos el caso de una Sala de Lectura muy activa de Nigeria. Está situada en un edificio de un cuarto con techo de zinc, que también sirve de iglesia los domingos y los miércoles. Durante la semana, la sala está preparada para servir de Sala de Lectura. Debido a que todos los miembros tienen que trabajar en el campo para ganar su sustento, se deja un cartel en la puerta donde se indica que la llave se encuentra en el negocio de al lado. Se invita a todos a buscar la llave, a entrar, a estudiar, a leer, a tomar en préstamo o a comprar (actuando por el sistema de honor: dejar el importe de la compra en la caja para el dinero) y a devolver la llave. “Nuestra Sala de Lectura es muy concurrida”, dice un miembro.
Si bien el manejo individual de las Salas de Lectura difiere entre sí, lo que todas tienen en común es que su éxito proviene de la oración, e incluye un estudio cuidadoso de las estipulaciones del Manual que las guía para percibir qué es lo más esencial para poder demostrar que la Ciencia Cristiana está al alcance de todos. Asimismo, el dejar de lado los puntos de vista estereotipados y ser más práctico y flexible, aumenta las posibilidades de que un mayor número de personas tengan acceso a una Sala de Lectura.
Otra iglesia filial situada cerca de una universidad, al notar que la actividad en el vecindario aumentaba notablemente después del mediodía y durante la noche — era el momento en que había mayor circulación de peatones— llegó a la conclusión de que debían cambiar su horario a fin de adecuarlo a esa modalidad. Ahora, en vez de abrir desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde, abren desde temprano por la tarde hasta el anochecer. Al encontrar abierta la puerta del frente, los alumnos de la universidad comenzaron a entrar para conversar con el personal. Se fueron produciendo interesantes conversaciones sobre religión, y hubo crecimiento en la Organización de la Ciencia Cristiana de esa universidad.
Otras Salas de Lectura están descubriendo que pueden hacer más cosas por los niños. Esto ha producido un aumento en la actividad de la Sala de Lectura. Por ejemplo, una Bibliotecaria de una Sala de Lectura de Boston comenta que se sintió impulsada a orar consagradamente al enterarse de que los legisladores de ese estado, cuyo centro de reunión está situado cerca de la Sala de Lectura, se preparaban para debatir un proyecto de ley para modificar el texto de un estatuto de ese estado que protegía el derecho de los padres a apoyarse en la oración para la curación de sus hijos. El nuevo texto hubiera colocado a la práctica de la Ciencia Cristiana en la categoría de abuso de menores.
Ella escribe: “La oración y el estudio continuos fueron delineando directivas muy inspiradas, pues Dios dirigía la marcha. Oré para descubrir las vías adecuadas en que la Sala de Lectura podía manifestar el amor que los Científicos Cristianos sienten por los niños. Pronto se estableció una relación muy cálida con nuestros vecinos de la oficina del superintendente de la Escuela de Boston y de la asociación de maestros, y pudimos compartir con ellos cosas que era útil que ellos leyeran. Esto se extendió también a algunas denominaciones religiosas locales. Algunas de ellas reciben con agrado la literatura que publica La Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana y la comparten con sus respectivas parroquias. También utilizaron la Sala de Lectura personas que estaban involucradas con la ley y la manera de prevenir el abuso de menores, y algunas personas que habían sido víctimas de abusos comenzaron a visitar la Sala de Lectura y demostraron interés en estudiar la Ciencia. Estos son solamente algunos de los numerosos efectos que se han evidenciado. Yo sé que yo no era la única que oraba. Nuestro maravilloso personal se compone de fuertes metafísicos.. .
No cabe duda de que el verdadero y continuo éxito de una Sala de Lectura está asociado con esta clase de trabajo. Fuertes metafísicos — sanadores consagrados— saben porqué se encuentra allí la Sala de Lectura y para qué están ellos allí. Sus oraciones no están confinadas dentro de las paredes de un edificio. ¿Cómo es posible mantener confinada la oración? Y cuando los Científicos Cristianos dan testimonio del hombre verdadero, el hombre de la creación de Dios, y sostienen con firmeza la naturaleza espiritual de Su universo, ¡qué atmósfera maravillosamente sanadora resulta! ¿Es posible sentirla? ¿Se siente uno atraído? Una mujer relata su primera experiencia con una Sala de Lectura:
“Las primeras veces que fui, no estaba segura para qué iba. ¿Qué debía decir? ¿Qué les iba a pedir? Entraba y daba vueltas mirando los libros, pero me sentía incómoda porque no tenía dinero para comprar algo. Sin embargo, la Bibliotecaria jamás mostró señal alguna de que lo había notado. Tenía una manera sorprendente de no hacerme sentir mal por no comprar nada. Para ella, el hecho de que yo entrara allí, era la cosa más natural del mundo. Yo también comencé a sentir lo mismo, o sea, que era natural para mí estar allí. Era “mi lugar”. Yo no era una “extraña” que estaba mirando los libros; yo pertenecía a ese lugar. Aprendí a estudiar la Lección-Sermón y comencé a descubrir qué significaba la Iglesia. Un año después y con varias curaciones en mi haber, me hice miembro de La Iglesia Madre.
INNOVACIONES
• Encontremos nuevas y más eficaces maneras de exponer y presentar Ciencia y Salud.
La Sra. Eddy esperaba que las Salas de Lectura hicieran una activa promoción y venta del libro de texto. Todos los que trabajan en las Salas de Lectura están adquiriendo una comprensión más clara del alcance tan significativo que el libro de texto puede tener para tanta gente que hoy en día está buscando un nuevo sentido de propósito e identidad, como asimismo de curación.
• Desarrollo de ideas que identifican a la Sala de Lectura como un recurso natural para los niños.
Un área especial para niños — una mesita y sillas y un audífono para escuchar los cuentos y las canciones en los cassettes de la serie “The Bible in Story and Song” (La Biblia en historia y canción)— crea un ambiente acogedor e invita a que entren en mayor cantidad los jóvenes visitantes. Una Sala de Lectura de una zona urbana se ha identificado a sí misma como un lugar seguro donde pueden concurrir los niños después que salen de la escuela, y tanto los maestros como los padres han expresado su gratitud.
• Encontremos nuevas maneras de coordinar las conferencias con la actividad de la Sala de Lectura.
Los Comités de Conferencias y de las Salas de Lectura están descubriendo nuevas formas de trabajar juntos. Una Sala de Lectura de Boston en sus planes por llegar a más gente, participó en una conferencia de la Ciencia Cristiana que presentaba el tema del desarrollo de una carrera y el empleo. Como resultado, hubo pedidos de Ciencia y Salud y de Sentinels.
• Para llegar más al público, tiene que haber más transformación y curación.
Una mujer que tenía graves dificultades mentales solía estar echada sobre la acera, cerca de una Sala de Lectura, sucia, desorientada y mendigando. Venía muy seguido a la Sala de Lectura a solicitar libros para leer. Siempre fue recibida con mucho afecto. La Bibliotecaria y sus ayudantes apoyaron con mucha paciencia los esfuerzos de la mujer por encontrar ayuda en la Ciencia Cristiana para sus dificultades. Hace poco, esa misma mujer entró en la Sala de Lectura; estaba limpia y bien vestida, y comentó que había encontrado un nuevo lugar donde vivir. Compró un libro de texto para dárselo a una amiga.
Jesús dijo. ..
Amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón,
y con toda tu alma,
y con toda tu mente. . .
Y. .. Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
Mateo 22:37, 39
LA VISION DE NUESTRA GUIA
En 1907, la Sra. Eddy previó que era importante que se supiera en la comunidad quiénes somos, cuando dijo: ”Mis amados Científicos Cristianos: — Debido a que sugerí el nombre para una Sala de Lectura central, y este nombre continúa multiplicándose, permitidme.. . pediros que tengáis la bondad de adoptar en general como nombre, Sala de Lectura de la Ciencia Cristiana.. .
”Este apelativo meramente sella la cuestión de la unidad, y abre de par en par, en la amplitud de la libertad y el amor, un motivo y un éxito de largo alcance, de los que podemos decir, cuanto más haya, mejor” (The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 236).
Cuando las Salas de Lectura aumentan su influencia sanadora, se hallan más cerca de expresar el ideal de la Sra. Eddy: ”Un Científico Cristiano ocupa en esta época el lugar al que se refirió Jesús cuando dijo a sus discípulos: ’Vosotros sois la sal de la tierra’. ’Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder’. Velemos, trabajemos y oremos, para que esa sal no se haga insípida y esa luz no esté escondida, sino que irradie y resplandezca hasta alcanzar la gloria del mediodía” (Ciencia y Salud, pág. 367).