Durante Un Gran terremoto que hubo en el área de Los Angeles en octubre de 1987, la afirmación de la supremacía y el control del gobierno de Dios a través de la oración no sólo me protegió sino que también me permitió ayudar a otros a calmar sus temores.
Esa mañana desperté temprano, alrededor de las 3:30, sintiendo una urgente necesidad de estudiar la Lección Bíblica (que aparece en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana). El tema era "La irrealidad". Una cita en particular de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy me llamó la atención: "Puesto que Dios es Todo, no hay lugar para Su desemejanza". Más tarde medité sobre esta declaración en mi camino al trabajo, y pude apreciarla, embeberla y aplicarla a todo aquello que venía a mi pensamiento.
Llegué al trabajo alrededor de las 6:30 de la mañana, una hora antes de la hora de entrada, y que ese día yo empezaba una nueva tarea. Alrededor de las 7:30, cuando caminaba por el pasillo, hubo un repentino sacudón como si el edificio hubiera bajado alrededor de un pie de distancia. Un segundo más tarde hubo un violento temblor. El edificio completo pareció inclinarse. El temblor se detuvo por un momento y la gente comenzó a moverse por todos lados y a conversar excitadamente. Luego el temblor comenzó de nuevo. Mientras pasaba corriendo un hombre me gritó que me metiera debajo de un escritorio. En lugar de ello me dirigí hacia la puerta (que fue lo más lejos que pude llegar) y me aferré al marco.
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