"Gracias por su carta sobre la crianza de los hijos. Acabo de regresar a casa y me encontré con su carta y, en vista del poco tiempo que tenemos, pienso que voy a escribir algunas ideas al azar. Es probable que necesiten muchas correcciones. No estoy seguro de ser la persona más indicada para escribir para este Seminario, ya que tengo muchas dudas acerca de lo bueno que soy como padre. Sin embargo, estoy aprendiendo algunas cosas".
Cuando solicitamos colaboraciones para este Seminario en The Christian Science Journal sobre la crianza de los hijos, un padre de dos niños nos envió desde Inglaterra una carta con el párrafo anterior.
¿Acaso esta afirmación no le resulta familiar? ¿Ha tenido alguna vez "dudas" sobre lo eficaz que es como padre, o como tío o tía, o aun como ciudadano interesado en los niños de su comunidad? Puede ser. Pero criar niños en los años noventa no es tarea fácil. Los desafíos son enormes. La economía incierta provoca tensión en las familias porque muchos padres están preocupados de perder el trabajo. A menudo ambos padres trabajan, y quizás estén preocupados que los hijos estén pasando demasiado tiempo solos sin la guía de sus padres. Las drogas presentan otro desafío. Además, últimamente nos hemos enterado de que ha habido un aumento en la violencia en las escuelas; los niños portan armas y en algunas oportunidades las usan contra sus propios compañeros.
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