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Asamblea Anual de La Iglesia Madre 1994

Del número de agosto de 1994 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La Asamblea Anual de La Iglesia Madre, La Primera Iglesia de Cristo, Científico, se llevó a cabo en Boston, Massachusetts, el 6 de junio de 1994. A continuación encontrarán resúmenes de los informes presentados durante la reunión.

K. Dieter Förster, el Presidente saliente, dio una cordial bienvenida a todos, y en especial a aquellos que se acaban de afiliar a la Iglesia. Comenzó la reunión invitando a los miembros a cantar el Himno N.o 307 del Himnario de la Ciencia Cristiana. Después leyó selecciones de la Biblia y de los escritos de Mary Baker Eddy.

Al terminar las lecturas, la congregación se unió en oración silenciosa seguida de la repetición en voz alta del Padre Nuestro.

El Sr. Förster anunció a los dignatarios de La Iglesia Madre a partir del 6 de junio de 1994: Rev. Mary Baker Eddy, Pastora Emérita; John Lewis Selover, Olga M. Chaffee, Virginia S. Harris, miembros de La Junta Directiva de la Ciencia Cristiana; Ruth Elizabeth Jenks, Presidente; Primer Lector; Segunda Lectora; Olga M. Chaffee, Secretaria; John Lewis Selover, Tesorero.

Después de anunciar a los dignatarios, el Sr. Förster presentó a la nueva Presidenta de La Iglesia Madre, Ruth Elizabeth Jenks.

COMENTARIOS DE LA PRESIDENTA ENTRANTE:

Quiero pedirles que piensen junto conmigo en cuál hubiera sido el impacto en el mundo durante el siglo pasado si cada iglesia, cada sinagoga o congregación religiosa dedicada a la adoración a Dios, hubiera tenido un pastor, un rabino, un sacerdote, un ministro o quienquiera que condujera su servicio religioso, que al finalizar su sermón hubiera anunciado que cada miembro recibiría una copia del sermón que iba a ser pronunciado la semana siguiente. Que les hubiera dicho que se lo llevaran a su casa, lo leyeran, lo estudiaran diariamente, se esforzaran por poner en práctica sus enseñanzas y sus consejos, que pensaran acerca de sus promesas, que se esforzaran por comprender las demandas morales y la verdad que imparte respecto a la omnipotencia y omnipresencia de Dios en cada aspecto de su vida. En todo aspecto de su vida, incluso su bienestar físico. Luego le habría dicho a la congregación que volvieran el siguiente día de reposo, y quien estuviera a cargo, ¡predicaría ese mismo sermón!

¡Qué idea revolucionaria! ¡Cuánto potencial ofrecería! No obstante, cada uno de nosotros sabe que aunque la idea pueda parecer radical, es razonable y provechosa, puesto que es esto lo que nuestro Pastor — la Biblia y Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy — ha estado haciendo durante más de un siglo. El mismo pastor ofrece cada semana el sermón en forma de lección, difundiéndolo alrededor del mundo para que se lo estudie y luego escuche.

La Sra. Eddy escribe: “Humildemente y, según creo, divinamente dirigida, por la presente ordeno que la Biblia y ‘Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras’ sean de aquí en adelante el único pastor de La Iglesia de Cristo, Científico, a través de nuestra tierra y en otras tierras”.Escritos Misceláneos, pág. 313–314.

Sin embargo, la Sra. Eddy no suprimió al “pastor personal”. Deseo emplear sus palabras, ¡que expresan tanta elocuencia espiritual como un práctico poder verificable! Es de su mensaje anual a esta iglesia en 1901. “Es verdad que he estipulado que la Biblia, y ‘Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras’, sean el Pastor para todas las iglesias de la denominación de la Ciencia Cristiana, ¡pero esto no impide que este pastor nuestro predique!” Más adelante ella dice: “La palabra de Dios es un poderoso predicador, y no es demasiado espiritual como para no ser práctica, ni demasiado trascendental como para no ser oída y comprendida. Quienquiera que diga que no hay sermón sin predicación personal, olvida lo que los Científicos Cristianos no olvidan, a saber, que Dios es una Persona, ¡y olvida que debería estar dispuesto a escuchar un sermón de su Dios personal!” Mensaje a La Iglesia Madre para el año 1901, pág. 11.

En octubre pasado, durante los disturbios políticos y enfrentamientos que hubo en Moscú, La Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana recibió una carta de un Científico Cristiano de Rusia, quien escribió en parte:

“Ustedes no se pueden imaginar lo que significó para mí tener a mano la Lección Bíblica En el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana. de esta semana, cuando hubo tanto derramamiento de sangre en la ciudad de Moscú, el lunes pasado. Desde muy temprano por la mañana hasta el mediodía, me sumergí profundamente en las ideas que presentaba la lección. Me encantó descubrir que toda la lección hablaba sobre la ley, la ley de Dios, que El mismo pone en las partes internas... del hombre y escribe en su corazón; y atesoré el hecho de que, como también revela la lección, 'un pueblo pertenece a su Dios'. La belleza de todo esto es que esta nueva perspectiva sobre lo que significa la ley sigue todavía creciendo, y voy aplicándola con libertad a las diversas situaciones que enfrento. Las Lecciones Bíblicas son mis mejores amigos aquí... Muchas gracias por darme estos amigos”.

Y gracias a la visión que tuvo nuestra Guía, nuestro Pastor dual e impersonal no sólo estaba dando su ministerio a este miembro en Rusia. Sino que estaba satisfaciendo las necesidades en todas partes, a través de nuestros 'amigos', las Lecciones Bíblicas.

Nosotros, como estudiantes de esta Ciencia, tenemos el privilegio y el deber de recurrir diariamente a este Pastor, y en comunión silenciosa, reflexionar sobre la inspirada palabra de la Biblia para aprender lo que significa ser un discípulo del Maestro, Cristo Jesús; para aumentar nuestra gratitud hacia los primeros profetas, los discípulos y los apóstoles; para ocupar nuestro lugar en el restablecimiento del cristianismo primitivo en esta época, atesorando al consolador divino que fue dado al mundo a través de nuestro libro de texto, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras.

INFORME DE LA SECRETARIA DE LA IGLESIA MADRE

El descubrimiento de la Ciencia Cristiana que hizo nuestra Guía, y la ordenación de la Biblia y de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras como pastor de su Iglesia, relacionaron nuevamente a la humanidad con la Iglesia cristiana original. Este pastor está permitiendo que la humanidad escuche y comprenda la palabra y las obras del Maestro y que sane por medio de la oración.

Los Científicos Cristianos en todas partes se están dando cuenta de que nuestro mundo está reclamando el mensaje de este pastor. Y es inspirador ver cómo estamos respondiendo como Movimiento. Las iglesias filiales y las sociedades están explorando nuevas formas para mostrarles a sus comunidades la importancia de sus servicios, sus Salas de Lectura y sus conferencias, para hacerlos más accesibles al público.

Los miembros de las iglesias filiales se están percatando cada vez más de las urgentes necesidades de la juventud, y los maestros y superintendentes de las Escuelas Dominicales nos han dicho que se están esforzando especialmente para lograr que los padres y los niños de sus vecindarios puedan enterarse sobre sus clases semanales. Para colaborar con los esfuerzos del Movimiento en esta actividad expansiva, hace poco terminamos un video sobre la Escuela Dominical para que las iglesias filiales lo compartan con sus comunidades.

Los miembros de las organizaciones en las universidades se han reunido durante este año para reflexionar juntos en una manera única sobre la misión que tienen en común. Un comité de anuncios telefónicos en La Iglesia Madre ayudó a los miembros en todos los Estados Unidos a compartir ideas sobre sus actividades. Se están haciendo planes para crear un comité de anuncios por computadora que permitirá a las organizaciones universitarias en todo el mundo compartir ideas y anunciar sus horarios y lugares de reunión.

Las cartas, las llamadas telefónicas y los testimonios recibidos durante este año han dado cuantiosa prueba de que el pastor está llegando a nuevos buscadores. Hoy en día se están formando más de 200 filiales — en Europa, América Latina, Australia y Nueva Zelanda, Asia, Africa, América del Norte y América del Sur. Cincuenta de ellas han surgido desde la última Asamblea Anual.

Dos de las nuevas iglesias y sociedades que se han anunciado en The Christian Science Journal durante este año son de la antigua Alemania Oriental. Otra de ellas es la primera Sociedad de la Ciencia Cristiana que se forma en Uganda. Otras se encuentran en la India, Australia, Camerún, El Congo, Ghana, Kenia, los Estados Unidos y México.

Durante este año se presentaron en todo el mundo conferencias únicas sobre la Ciencia Cristiana. Por primera vez fueron presentadas en Moscú y San Petersburgo, Rusia, conferencias solicitadas por La Junta Directiva de la Ciencia Cristiana. Muchas filiales en la República de Africa del Sur patrocinaron una gira especial de conferencias para tratar algunos de los desafíos que estaban enfrentando antes de sus primeras elecciones democráticas.

Este año se han unido a La Iglesia Madre nuevos miembros de más de cincuenta países. Algunas de las curaciones que tuvieron los nuevos miembros este año son: reumatismo, un tumor en un ojo, hemorroides, uso excesivo de tabaco y alcohol, problemas de la vista, y la curación de un niño en dos horas de un tobillo lastimado; este nuevo miembro nos informó que un compañero de clase le pidió un ejemplar de Ciencia y Salud después de presenciar esa curación.

Se han anunciado nuevos practicistas de El Zaire, Suiza, España, Africa del Sur, Kenia, Italia, Inglaterra, Canadá y los Estados Unidos, Brasil, Austria, Australia y Argentina. Entre ellos, hay varios hombres y mujeres jóvenes, algunos de los cuales tienen niños de edad escolar.

También, se está considerando cada vez más el trabajo de los enfermeros como un ministerio, y más miembros están percibiendo cómo el Estatuto del Manual de La Iglesia Madre relacionado con este ministerio, puede preparar a cualquier miembro de esta Iglesia, en cualquier parte del mundo, para realizar esta actividad natural. Véase Manual, Art. VIII, Sec. 31.

Estamos profundamente agradecidos por toda esta evidencia de curación y de expansión que están manifestando las personas y las congregaciones. Además, ¡en todo el Movimiento se está manifestando mucho más progreso del que tenemos tiempo de informarles! ¿Acaso no nos da esto una vislumbre de la Iglesia original que fundó nuestro Maestro, la Iglesia que nuestra Guía llamó La Primera Iglesia de Cristo, Científico, para conmemorar las obras sanadoras de Jesús? Como miembros de esta Iglesia conocemos las dos prioridades básicas que Cristo Jesús nos ha dado: “Predicad el evangelio a toda criatura” y “Sanad enfermos”, dijo a sus seguidores. ¿No sería interesante preguntarnos cómo sería una iglesia con sólo dos comités, uno encargado de compartir el evangelio — la Biblia y Ciencia y Salud — y el otro dedicado a la curación? Es una pregunta sobre la que todos nosotros podemos reflexionar juntos. ¡Esperamos compartir algunas de sus respuestas el próximo año!

INFORMES DEL MOVIMIENTO

Estos informes de iglesias filiales expresan la corriente espiritual que se manifiesta en muchos de los informes que el Movimiento ha compartido con nosotros este año.

De una iglesia filial en Australia:

Gracias por su carta invitándonos a compartir con usted cómo nuestra filial está “... llevando adelante su misión sanadora primitiva y evangélica”.

Los pasos específicos que hemos dado para hacer esto comenzaron cuando obtuvimos un sentido más claro de la misión sanadora de nuestra Iglesia. Ese despertar cambió nuestro punto de vista sobre quiénes somos y qué estamos haciendo como iglesia. Nos alentó a: dejar de pensar que nuestra iglesia es pequeña; dejar de limitar el trabajo que hacemos; dejar de actuar como si nuestra iglesia fuera sólo para nosotros; comenzar a vivir para los demás; comprender que nuestra iglesia sirve a la gente de nuestra comunidad; orar por los problemas de la comunidad con el propósito de sanarlos; buscar oportunidades de compartir el Consolador con los demás.

Estamos comprendiendo que cada actividad basada en el Manual — servicios religiosos de los domingos, reuniones de los miércoles, la Escuela Dominical, la Sala de Lectura y las conferencias — nos brinda la oportunidad de compartir la Ciencia Cristiana con nuestros vecinos y nos permite cumplir con nuestra misión sanadora.

Del presidente del comité de conferencias de una iglesia filial en Florida:

Este año nuestra temporada de conferencias terminó con una conferencia en vivo que trató especialmente el tema del crimen en la comunidad, el estado y la nación. Invitamos a más de cien iglesias y sinagogas de todas las denominaciones de nuestra ciudad a orar juntos durante una semana sobre el tema “Eliminemos la violencia por medio de la oración”. Esta “semana de oración” terminó con nuestra conferencia que fue ofrecida en un gran auditorio de un colegio céntrico, un importante sitio público de nuestra ciudad que es fácil de identificar.

Ciento dos iglesias del área estuvieron de acuerdo en orar con nosotros esa semana. No les dijimos cómo orar, sólo le pedimos a cada iglesia que orara a su manera para eliminar la violencia. Los resultados comenzaron a hacerse evidentes durante esa semana de oración: un miembro de nuestra iglesia notó que el número de noticias sobre el crimen en nuestro diario local había sido sustancialmente menor.

El día de la conferencia vinieron visitantes de varias iglesias que habían estado orando con nosotros, y también como resultado de las invitaciones que habíamos repartido en el parque. Repartimos gran cantidad de literatura, entre ella, veinticinco ejemplares de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras.

De un miembro de la primera iglesia existente en Uganda:

Conocí la Ciencia Cristiana en una universidad de Corvallis, Oregon, E.U.A. donde había una Organización de la Ciencia Cristiana. A fines de los años 60, había unos jóvenes estadounidenses Científicos Cristianos en Uganda, quienes estaban sirviendo en el Cuerpo de Paz. Ellos, junto conmigo y otro estudiante de la Ciencia Cristiana, comenzaron a celebrar servicios religiosos. Pero esto no continuó por mucho tiempo, ya que todas las religiones fueron proscritas, a excepción de unas “extranjeras”.

En 1984, y durante el momento más álgido de nuestra guerra civil aquí en Uganda, tomé instrucción en clase en los Estados Unidos y volví inspirado por completo con ideas espirituales y con un espíritu renovado.

En 1986 Uganda por fin se liberó de dos décadas de trabas de la peor dictadura que jamás había soportado. Quienes trabajamos y oramos por esto, sabemos que Dios respondió a nuestras oraciones y a las oraciones de otros cristianos en Uganda. La Biblia dice que el hombre es libre de nacimiento, y la Ciencia Cristiana nos enseña que podemos probarlo.

INFORME DEL GERENTE DE LOS COMITES DE PUBLICACION

Analizando el trabajo realizado por el Comité de Publicación durante el año pasado, podemos señalar con gratitud las numerosas tareas llevadas a cabo y las victorias ganadas para la humanidad y para la Causa de la Ciencia Cristiana. Atribuimos este progreso a una sola y única cosa: la oración eficaz y científica que hacen a diario los Científicos Cristianos de todo el mundo; “los servidores de Dios, hombres y mujeres, son milicianos”, tal como nuestra Guía describió a Sus servidores.Escritos Misceláneos, pág. 158.

El año pasado, preparamos para los Comités de todo el mundo un folleto titulado El rumbo a seguir: Alfred Farlow y la Misión del Comité de Publicación. Como primer Gerente establecido por el Manual de La Iglesia Madre, Farlow se esmeró constantemente en aprender del ejemplo de la Sra. Eddy. En una de las cartas que le dirigió, él escribió: “Acabo de leer algunas de sus respuestas a críticas formuladas hace alrededor de 25 años y que fueron publicadas en Escritos Misceláneos.

“Los Comités de Publicación harían muy bien si estudiaran los métodos tan cristianos y hábiles que usted utilizó en los primeros tiempos. Sus réplicas son como una lluvia refrescante que lava por completo el polvo de manera tan suave y completa que uno se olvida de que alguna vez existió”.Setting the Course (Boston: The Christian Science publishing Society, 1993), pág. v.

El folleto El rumbo a seguir está ahora al alcance de todo Científico Cristiano que desee tomar parte en la labor correctiva. Sólo tienen que pedirlo al Comité de Publicación local.

Analizando la actividad que desarrolló el Comité el año pasado, se destacan numerosos logros.

Con un espíritu de unidad y de una compartida dedicación a la misión del Comité, cerca de 120 Comités de todo el mundo se reunieron en noviembre pasado en Berlín, Alemania, para una conferencia de alcance mundial, que duró cinco días.

La ciudad de Berlín representa el espíritu de unificación y entereza, y cada uno de nosotros sintió lo significativo que era que nos encontráramos en esa ciudad y ese país que habían vuelto a unirse. No podía pedirse un lugar mejor para nuestro encuentro, puesto que la Ciencia Cristiana es universal, sin fronteras, límites o limitaciones.

Otro logro ha sido la publicación de una Guía para los medios de comunicación. Tiene el propósito de contrarrestar la información errónea antes de que ocurra, haciendo llegar a los periodistas la información correcta sobre la Ciencia Cristiana y nuestra Guía.

Durante 1993, La Iglesia Madre se unió al Consejo Religioso de Relaciones Públicas, una asociación de varias religiones conectada con 600 comunicadores profesionales que trabajan para organizaciones y agencias relacionadas con la religión. En la teleconferencia nacional del Consejo sobre relaciones con los medios de comunicación, participaron muchos Científicos Cristianos.

Durante este último año se han incrementado los desafíos que ha presentado el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, el que está presionando a las legislaturas de los estados para abrogar las leyes que contemplan la práctica de la Ciencia Cristiana en casos que involucran niños. Sin embargo, es interesante comprobar que en el curso de este último año, hemos perdido la protección legal en solamente tres leyes estatales, pero en cambio hemos ganado la protección legal en treinta y nueve nuevas. Esto ilustra la manera en que los desafíos pueden transformarse en victorias.

La tarea eficaz del Comité no significa simplemente mejorar las relaciones humanas con el público, con los medios de comunicación y con los funcionarios del gobierno. Como los primeros trabajadores que estaban imbuidos de un espíritu de evangelismo, nosotros — cada uno de nosotros — debemos comprometernos en la tarea de abrir la puerta del pensamiento del público, para que pueda percibir la disponibilidad, el poder y el propósito “... del Cristianismo primitivo y su perdido elemento de curación”. Mary Baker Eddy, Manual de la Iglesia, pág. 17. Y hacemos esto, no simplemente para nosotros, sino en beneficio de toda la humanidad.

INFORME DEL TESORERO DE LA IGLESIA MADRE

Nuestro informe para esta Asamblea Anual proviene de corazones llenos de gratitud por la continua generosidad de los miembros, filiales, asociaciones, fundaciones y amigos.

Quiero presentarles algunos de los informes que establece el Manual de la Iglesia. Para que estos números tengan una perspectiva útil, les daré las cifras que corresponden al año fiscal que acaba de terminar el 30 de abril de 1994, y a los dos años anteriores también. Los ingresos de este año, de todas las fuentes, fue de $74.9 millones. El ingreso en 1993 fue de $76.3 millones y en 1992 fue de $70 millones. Los gastos para todas las actividades para este último año fueron de $63.3 millones. Los gastos para 1993 fueron de $64.2 millones y para 1992, $215.5 millones, incluyendo los gastos por el cierre de las actividades de la televisión.

Y ahora les daré los saldos de los fondos que se dividen en fondos restrictos e irrestrictos. Los fondos irrestrictos que teníamos al 30 abril de 1994, fueron de $70.839.000 en rojo para 1993 fueron de $84.077.000 en rojo, y para 1992 fueron de $114.698.000 en rojo. En resumen, la cantidad de fondos irrestrictos han mejorado a lo largo de estos tres años en $43.859.000. El fondo restricto ha aumentado a lo largo de los tres años en $11.804.000. El total de 1994 fue de $115.856.000. El saldo de 1993 fue de $110.879.000 y en 1992 fue de $104.052.000.

La línea de crédito de $5 millones que nos dio el Banco de Boston no se usó de ningún modo el año pasado. Lo renovamos este año por si acaso necesitamos manejar alguna variación en el flujo de efectivo.

De acuerdo con las instrucciones del Manual de la Iglesia, el Comité de Finanzas ha solicitado la auditoría de los libros de libros de La Iglesia Madre, y de todas sus actividades. Mary Baker Eddy, Manual de La Iglesia Madre, Art. XXIV, Sec. 4. Ese trabajo está ya casi terminado, y los auditores, Ernst & Young, nos han dicho que otra vez tienen la intención de dar un informe diciendo que los fondos han sido manejados correctamente. (Copias de este informe — en inglés — estarán a disposición de los miembros interesados en julio.)

Aunque no existen deudas externas, excepto la de equipo por $800.000, hay dos obligaciones internas: a la reserva del fondo de pensiones, y a los Fideicomisarios bajo el Testamento de mary Baker Eddy. En abril pasado comenzamos a devolver el dinero a los Fideicomisarios con un pago de $500.000, con lo cual se redujo la deuda a $4.5 millones para comenzar a pagar a la reserva del fondo de pensiones, hemos programado pagos del capital de $1 millón durante este año fiscal. Las obligaciones con nuestros empleados jubilados han sido totalmente satisfechas mediante las actuales ganancias obtenidas en la reserva del fondo de pensiones.

En nuestro trabajo es necesario observar cuidadosamente las tendencias en las finanzas, la economía y la organización, y nos hemos esforzado por discernir con inteligencia las indicaciones, necesidades y requisitos importantes. Hemos prestado mucha atención a nuestros métodos de brindar servicio, a la estructura y a la supervisión. Fue necesario hacer algunos ajustes que están en proceso. El año pasado establecimos una unidad a nivel organizacional que nos va a servir por muchos años. En estos momentos existe una cooperación y solidaridad en toda la organización y entre la administración de la Iglesia y la Sociedad Editora, que son las mayores que yo haya observado en mis años de servicio aquí. La cuidadosa evaluación de las actividades, la asignación de recursos, y las prioridades de la misión, han llevado a que se mejorara la manera en que trabajamos, que se dejara de duplicar trabajo, y que hubiera una mayor devoción, cortesía y atención para servir a la humanidad y los unos a los otros.

Uno de los mejores aciertos que su Fundadora estableció para esta Iglesia, es el Comité de Gestiones. Esto se encuentra en el Manual de la Iglesia bajo el título “CUSTODIA DE LOS FONDOS DE LA IGLESIA”.Ibid., Art. XXIV, Sec. 9. Como la mayoría de ustedes ya sabe, las personas que sirven en este Comité son profundos metafísicos que están a disposición de los Directores para apoyar específicamente la conducción del trabajo de esta Iglesia, mediante el tratamiento en la Ciencia Cristiana. Ellos han sido leales y constantes en su trabajo este último año como lo demuestra el progreso de nuestra Iglesia, y estamos muy agradecidos.

Otra actividad que quiero mencionar este año es la Oficina del Asesor General de La Iglesia Madre. Esta oficina ayuda a los Directores y a la Administración de la Iglesia y a la Sociedad Editora en relación con las leyes del país, aquí y en el exterior. El trabajo incluye derechos de autor, contratos, fideicomisos, testamentarías, seguros, recursos humanos, inmigración y mucho más. Uno de éstos “mucho más” ha sido en los últimos años la litigación. A través de la oración, la compasión y la eficacia, la oficina ha ayudado en las diversas acciones legales que se tomaron en contra de La Iglesia Madre o en contra de sus miembros, quienes se han presentado con valentía ante los tribunales en apoyo de la curación en la Ciencia Cristiana. El año pasado uno de esos casos resultó en un fallo financiero significativo en contra de la Iglesia, pero el mismo está en fuerte apelación.

Algunos de los otros litigios en realidad han desafiado la situación legal del Manual de la Iglesia como el documento gobernante y final de La Iglesia Madre. En una decisión, un tribunal de California, apoyándose en los estatutos del Manual y otra ley aplicable, negó reconocimiento legal a un grupo de miembros que se llaman a sí mismos los “Objetores de la Iglesia”, quienes habían tratado, mediante lo que se llama una acción derivada, controlar las acciones de La Junta Directiva de la Ciencia Cristiana. La decisión del tribunal estuvo de acuerdo con el Manual, pero la amenaza de cambiar el Manual o dejar de lado las disposiciones que estableció nuestra Guía, han sido muy persistentes. Una parte de ese caso está todavía bajo apelación. Defenderemos y protegeremos ese sistema de gobierno de la Iglesia con toda la diligencia espiritual que podamos aportar.

El Pastor que nuestra Guía ordenó para esta Iglesia tiene una conmemoración honorífica este año de 1994. La presencia y la actividad de este Pastor bendice el trabajo del Tesorero con estas palabras del pastor Salmista: “Jehová es mi pastor; nada me faltará”. Salmo 23:1. Esas atesoradas palabras son ampliadas mediante las palabras de nuestra Guía: [“El Amor divino] es mi pastor; nada me faltará”.Ciencia y Salud, pág. 578. No nos faltará sustancia, inspiración, intuición, razonamiento, recursos, y la integridad y la sabiduría para usarlos sabiamente en servicio para con Dios, para con nuestra Guía y para con la humanidad.

MENSAJE DE LA JUNTA DIRECTIVA DE LA CIENCIA CRISTIANA Y DE LA EDITORA DE LOS ESCRITOS DE MARY BAKER EDDY

Retrocedan conmigo a los días en que Cristo Jesús llevó a cabo su ministerio, a una escena con la que todos estamos familiarizados por nuestro estudio de la Biblia.

Jesús acaba de cruzar el Mar de Galilea. Véase Lucas 8:41–56. Una gran multitud lo rodea, tal vez algunos sean artesanos, profesionales, verdaderos buscadores de la verdad, los que lo buscan por curiosidad, seguidores, escépticos y críticos. Y hay una mujer; una mujer que tiene un problema muy serio y que gritando por dentro, busca ayuda. Una mujer que había gastado todo lo que tenía con el fin de recibir alivio, y que aún seguía buscando curación. Ahora, como último recurso — después de doce años de sufrimiento — busca la ayuda de Jesús.

La mujer es sanada. Jesús pregunta, sin ningún temor y con total compasión: “¿Quién me ha tocado?”

Hoy, hay una escena similar a medida que nuestro Pastor — la Biblia y Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras— viaja hacia un nuevo siglo, sanando a los hijos e hijas de la humanidad. La Ciencia del Cristo, el “nuevo Mesías” de esta época, está manifestada en nuestro Pastor, trayendo la atención a la salud que sana no sólo la enfermedad, sino también los pecados que destruyen a la sociedad. Pero, ¿quiénes están en la multitud? Como sanadores espirituales contemporáneos, ¿estamos allí con nuestro Pastor, en la multitud, escuchando y respondiendo? ¿Creemos realmente que hay “millones de mentes sin prejuicios”?Ciencia y Salud, pág. 570.

En Ciencia y Salud, la Sra. Eddy afirma: “La causalidad espiritual es la única cuestión a considerar, pues, más que ninguna otra, la causalidad espiritual se relaciona con el progreso humano. Nuestra época parece dispuesta a abordar ese tema, a reflexionar un tanto sobre la supremacía del Espíritu y, por lo menos, tocar el borde del manto de la Verdad”.Ibid., pág. 170.

Esta época “parece dispuesta”. .. ¿acaso estamos dispuestos nosotros?

Al analizar el pensamiento humano contemporáneo, observamos lo que la Sra. Eddy describe en su artículo “El camino”, como “una amplia promesa” y “una triste escasez”.Escritos Misceláneos, pág. 355. La “escasez” es el desafío significativo que enfrenta nuestra Iglesia en los Estados Unidos en varios niveles y ramas del gobierno. ¿Cuáles son algunas de las prometedoras señales de los tiempos?

• Institutos de investigación médica y de la relación entre la mente y el cuerpo están analizando la oración;

• también, la cantidad de libros sobre la espiritualidad y la salud;

• los clérigos hablan abiertamente acerca de la exigencia de tener un evangelio sanador;

• o los millones de dólares que se gastan en métodos alternativos de curación a medida que los estudios continúan cuestionando las inconsistencias de la medicina convencional.

¿Acaso no hay aquí suficiente evidencia de la predicción que hizo la Sra. Eddy cuando dijo que esta era iba a estar lista para comprender algo de la causalidad espiritual? Ella escribe: “Si las vidas de los Científicos Cristianos dan prueba de su fidelidad a la Verdad, yo predigo que en el siglo XX cada iglesia cristiana de nuestra tierra, y algunas en tierras lejanas, se acercarán a comprender la Ciencia Cristiana lo suficiente como para sanar al enfermo en su nombre”.Pulpit and Press, pág. 22.

Al considerar las palabras de nuestra Guía, vale la pena preguntar: ¿Estamos observando esas iglesias cristianas simplemente a través de la lente de la tradición y la forma? ¿Estamos viendo a la Iglesia no tanto como un edificio sino más como “todo lo que descansa en el Principio divino y procede de él”?Ciencia y Salud, pág. 583. ¿Estamos viendo, aun ante el tremendo cuestionamiento de la curación en la Ciencia Cristiana por parte del público, el deseo subyacente de saber: “¿Puede ser verdad? ¿Acaso puedo yo sanar?”

Junto con muchos de ustedes alrededor del mundo, la Junta Directiva ha estado escuchando estas voces. Hemos llegado a reconocer que hasta los desafíos que enfrentamos son verdaderamente oportunidades. En las palabras del Himno N.° 258 en inglés: “Nuevas oportunidades traen nuevas obligaciones.. .”Himnario de la Ciencia Cristiana.

Hoy es más claro que nunca que cuando se hace la pregunta: “¿Cuál debe ser el propósito de nuestra Iglesia, hoy?”, la respuesta debe ser el aceptar como propio el propósito de la vida de Mary Baker Eddy: “.. . con esperanza y fe, donde los corazones se dan encuentro y se bendicen recíprocamente, bebed conmigo de las aguas vivas del espíritu del propósito de mi vida — inculcar en la humanidad el genuino reconocimiento de la Ciencia Cristiana práctica y eficaz”.Esc. Mis., pág. 207.

Somos discípulos del “nuevo Mesías”, y del mismo modo que los discípulos inmediatos de Jesús fueron impulsados por el ejemplo del Mesías, nosotros somos impulsados por el mensaje del Cristo.

Veamos nuestro discipulado en tres dimensiones básicas:

Primero, el discipulado está despierto y activo — activos estudiantes, sanadores, pacificadores — una iglesia en movimiento.

Segundo, está escuchando, oyendo; en esta época esto significa estar dispuesto, hasta ansioso, a decir: “¿Quién me ha tocado?”

Tercero, discipulado significa ser genuinos evangelizadores, portadores amorosos e intrépidos del mensaje que el “nuevo Mesías” tiene para la humanidad.

Primero, una Iglesia despierta y activa enfrenta directamente las imposiciones que harían parecer que la Ciencia Cristiana es distante, inaccesible, antinatural, y hasta dañina, y, por lo tanto, algo que debería ser restringido.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos está haciendo todo lo posible para abolir en cuarenta y un estados y en el Distrito de Columbia las leyes que contemplan la curación de los niños mediante la Ciencia Cristiana, desde hace décadas. Como una iglesia activa y despierta, estamos respondiendo vigorosamente.

En varios asuntos locales, Científicos Cristianos — despiertos y activos — están brindando su apoyo a clérigos y a otras iglesias que se están oponiendo a la interferencia del gobierno en la práctica de su religión.

Y nosotros también estamos recibiendo apoyo. Un ministro nos escribió: “Los días que tenemos por delante serán muy difíciles para las personas de fe. Sin embargo, si permanecemos juntos y no nos abandonamos los unos a los otros, saldremos victoriosos con la ayuda de nuestro Dios. Que las bendiciones de Dios sigan estando con ustedes. Si puedo serles de ayuda (ya sea testificando o de otro modo), por favor, no duden en llamarme”.

Después de haber visto los ejemplos de una Iglesia despierta y activa, veamos ahora la segunda dimensión del discipulado —escuchar, oír — y consideremos qué significa ser un sanador que está a tono con las voces de la multitud. Qué significa ser un discípulo dispuesto a que se lo toque.

Durante el año pasado, los funcionarios de la Iglesia, entre ellos los Directores, visitaron a miembros en varios países y áreas del mundo donde los corazones receptivos pueden ahora buscar al Espíritu, liberados de casi dos generaciones de opresión. Por ejemplo, una visita a Bucarest, Rumania, brindó oportunidades para trabajar con miembros que están estableciendo una iglesia filial y buscando que el gobierno reconozca a la Ciencia Cristiana.

Otra parte de ese viaje nos llevó a Praga, en la República Checa, para celebrar una reunión sobre Ciencia y Salud con los miembros del lugar y otros lectores del libro.

Una visita a Rusia — San Petersburgo y Moscú— nos ayudó a comenzar los planes, ahora ya terminados, para realizar una serie de cuatro conferencias sobre la Ciencia Cristiana. Y mientras estábamos en San Petersburgo, nos reunimos con el alcalde adjunto y conversamos acerca de su especial interés en los niños, incluso sus necesidades espirituales de amor y curación.

La tercera medida de nuestro discipulado — nuestro espíritu evangélico— nos hace volver naturalmente a los escritos de nuestra Guía y a lo que ella pide de sus estudiantes.

Nada da mejor ejemplo a la humanidad de lo práctica que es la Ciencia Cristiana que la vida de cada Científico Cristiano alentada con pruebas de curación. Debe de existir la disposición de orar y de actuar con la “energía divina con que estamos equipados”Ibid., pág. 176., la disposición de superar la resistencia de compartir las buenas nuevas. Este es un aspecto esencial de los deberes que tienen los miembros que establece el Manual. La Sra. Eddy nos asegura en el Manual de la Iglesia que “cuando Dios llamare a un miembro a que dé testimonio de la Verdad y a defender la Causa de Cristo, deberá hacerlo con amor y sin temor”.Manual de La Iglesia Madre, Art. VIII, Sec. 25.

¡Qué cruzada más profunda puede haber — qué mejor oportunidad para explorar las tres dimensiones del discipulado — que el compartir el “evangelio” de ese glorioso libro Ciencia y Salud con los conciudadanos de esta época! Junto con la Biblia, es nuestro Pastor, que nos cuida, nos alimenta y consuela.

Como parte de nuestra continua respuesta a la creciente demanda de Ciencia y Salud por parte del público, quiero anunciar que a fines de este año, una nueva edición del libro de texto diseñada especialmente para los lectores que leen el libro por primera vez, reemplazará la edición en rústica de colores brillantes. Anunciando esta edición, la distribución a nivel mundial de la nueva edición comenzará en octubre.

Científicos Cristianos de Bombay, Bucarest, Praga y Moscú, de Flint, Tulsa y del Distrito de Columbia — miembros de todo el mundo — están contribuyendo grandemente con este maravilloso desarrollo. El hacer que Ciencia y Salud esté más al alcance de la humanidad, para nuestra Iglesia no es cuestión de hacerlo una sola vez, sino que es uno de los aspectos fundamentales de la continua misión que nos dio nuestra Guía: “.. . conmemorar la palabra y las obras de nuestro Maestro, la cual habría de restablecer el cristianismo primitivo y su perdido elemento de curación”.Ibid., pág. 17.

El aumento en las ventas durante el año pasado y el hecho de que los miembros compartan el libro de texto, significan que hay un mayor aprecio y aceptación del mensaje vital del libro. Pero ninguno de estos esfuerzos realmente tiene que ver con el número de libros que se venden o distribuyen. Estos esfuerzos se hacen para diseminar el mensaje de curación y salvación del Consolador. Este fue el propósito de la vida de nuestra Guía, y ella estableció la Iglesia de Cristo, Científico, para llevar adelante este propósito sagrado.

Si somos leales al propósito de la vida de nuestra Guía: “.. . inculcar en la humanidad el genuino reconocimiento de la Ciencia Cristiana práctica y eficaz”, entonces somos los discípulos del nuevo y antiguo — eterno — Mesías. Somos una Iglesia despierta y activa; estamos a tono con las voces de nuestra época; y somos un maravilloso pueblo evangélico, que lleva al mundo las buenas nuevas de “la preciosa Ciencia del Cristo”.Himnario, N.° 221.

La congregación contó el Himno N.° 258. La Sra. Jenks clausuró la reunión.

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