Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

El reino de Dios que está dentro de vosotros, ¿qué significa?

Del número de agosto de 1994 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


El Reino De Dios es uno de los conceptos más preciados entre los cristianos. Como tal, merece que consideremos lo que Jesús quiso decir con afirmaciones tales como: “El reino de Dios dentro de vosotros está”, Lucas 17:21 (según la versión King James ). y “El reino de Dios se ha acercado”. Marcos 1:15.

Es obvio que el reino de Dios, o el reino de los cielos, como Cristo Jesús lo llamó a veces, se refiere al dominio de Dios, donde se reconoce Su autoridad y poder y se demuestra que son supremos. A menudo Jesús habló de la naturaleza de este reino, asemejándolo a las experiencias y situaciones diarias de la vida con las que sus seguidores se podían identificar. “El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo”, Mateo 13:24. así comienza la bien conocida y apreciada parábola acerca de la cizaña y el trigo.

En esta analogía familiar, Jesús desarrolla una lección importante, y nos enseña el valor de basar nuestra vida en todo lo que es puro y semejante a Dios, y no dar lugar a que la cizaña (los malos pensamientos y acciones) transgredan nuestra integridad espiritual. También sabía que la presencia de Dios sólo se conoce y percibe a través de la percepción espiritual consciente, sometiendo nuestros pensamientos a la autoridad de la Mente divina que él llamaba “Padre”.

Para los fariseos espiritualmente torpes, sus enseñanzas referentes al reino del Padre y sus maravillosas pruebas sanadoras que apoyaban esas enseñanzas, fueron incomprensibles. Para ellos la evidencia de los sentidos físicos era real e incuestionable y la autoridad religiosa radicaba en las costumbres sociales y religiosas tradicionales que ellos enseñaban y observaban. No podían aceptar ni concebir la adoración de un Dios que comprendemos y que es Amor infinito.

Por lo tanto, cuando le preguntaron a Jesús cuando habría de venir el reino de Dios del cual les hablaba, su respuesta debió de haberles parecido extraña: “El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios dentro de vosotros está”. Lucas 17:20, 21 (según la versión King James). Eso debe haberles asombrado en gran manera.

De hecho, es un concepto difícil de comprender. Podemos creerlo en teoría y tener fe de que así es, pero ¿podemos comprenderlo? ¿Acaso puede tener un valor práctico en nuestra vida? La explicación del Reino de los cielos en Ciencia y Salud es de gran ayuda. Aquí la Sra. Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, lo describe como: “El reino de la armonía en la Ciencia divina; el dominio de la Mente infalible, eterna y omnipotente; la atmósfera del Espíritu, donde el Alma es suprema”.Ciencia y Salud, pág. 590. Al dilucidar la declaración de Jesús de que este reino está dentro de nosotros, ella escribe: “Esta consciencia espiritual es, por tanto, una posibilidad presente”.Ibid., pág. 574.

Pero para experimentarlo, se necesita algo más que aceptar que este reino está a nuestro alcance. Tal como Jesús le dijo a Nicodemo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”.Juan 3:30. Cada uno de nosotros puede conocer la realidad espiritual, el reino de la Mente divina infalible, aquí y ahora, cuando estamos dispuestos a nacer de nuevo, a abandonar los conceptos humanos limitados de las cosas y humilde y sinceramente cedamos a la presencia y el poder, la autoridad, de la Mente divina. Esto quiere decir, ser receptivos al Cristo, nuestro vínculo con Dios. El Cristo, como Ciencia y Salud lo explica, es “la verdadera idea que proclama el bien, el divino mensaje de Dios a los hombres que habla a la consciencia humana”.Ciencia y Salud, pág. 332.

Cuando permitimos que la autoridad del Cristo guíe nuestros pensamientos, experimentamos el reino de Dios dentro de nosotros. Percibimos Su Amor y sabemos que estamos a salvo, y que somos los hijos amados de Dios.

Jesús demostró una autoridad sin igual sobre lo humano y mortal, porque sabía que el reino de Dios estaba dentro de él. “Sus enseñanzas él vivió”,Himnario, N.º 386. dice un himno del Himnario de la Ciencia Cristiana. Su vida era la manifestación de sus enseñanzas y reconoció que Dios era la fuente de todo lo que enseñaba.

Los más bendecidos por las enseñanzas del Maestro son aquellos que saben bien que necesitan la ayuda divina, los que anhelan un sentido de seguridad y valoración propia, que trascienden los valores mundanos de conveniencia, popularidad, gratificación sensual, y la búsqueda de la riqueza. Están listos para descubrir el reino de Dios dentro de ellos mismos y para ceder a la autoridad de la bondad y de todo el poder de Dios.

Este concepto del reino de los cielos dentro de nosotros cobró mucho significado para nuestra familia hace algunos años, cuando nuestro hijo de dieciocho partió para hacer un viaje a través del país. Sus planes eran indefinidos, sus metas imprecisas y vagas, y sus recursos eran mínimos. Sin embargo, estaba decidido a ir, en parte por la aventura que representaba y en parte para descubrirse a sí mismo. Con tantos proyectos indefinidos, mi esposo y yo dudamos seriamente de la sabiduría de su partida, y nos sentíamos muy preocupados por su bienestar. Pero inició su viaje de todos modos.

Como padres, deseábamos apoyarlo en sus planes, pero nos sentíamos particularmente molestos con esta aventura. Por lo tanto, recurrimos a Dios en oración. Recuerdo haber orado fervientemente para percibir y comprender mejor el control que Dios ejerce sobre todos Sus hijos. A menudo nos venía la tentación de pensar que nuestro hijo estaba tan lejos de nosotros y de nuestra influencia, que sería presa de peligros que no podía evitar.

Pero muy pronto, un pensamiento maravilloso e iluminador alboreó en mí: el reino de Dios está dentro de él, siempre, dondequiera que vaya. Para mí, eso significó que nuestro hijo tenía la capacidad de responder a la guía de Dios, ya fuera que estuviéramos en contacto con él o no. Todos tenemos esta capacidad y podemos conocer a nuestro Padre divino, si procuramos conocerle. El vínculo de nuestro hijo con Dios no era a través de otra persona, ni aun a través de sus padres que lo amaban. “La intercomunicación proviene siempre de Dios y va a Su idea, el hombre”,Ciencia y Salud, pág. 283. nos dice Ciencia y Salud.

Como familia, muchas veces habíamos comprobado que la oración había sanado y revelado respuestas correctas a espinosos problemas. De modo que era perfectamente natural confiar en esta respuesta a nuestra oración. Nuestro hijo también estaba familiarizado con estos conceptos. Había crecido aprendiendo a confiar en la bondad y la constante presencia de Dios, y reconocía con toda libertad esta confianza.

Lo que sucedió después fue sumamente interesante. Me sentí calmada y segura de que el Cristo se estaba comunicando con cada uno de nosotros. Ya no tenía miedo. Cada vez que pensaba en nuestro hijo, afirmaba que el reino de Dios estaba dentro de él, y sentía paz al estar consciente de esto.

Estuvimos sin tener noticias de él por varios días, y después nos llamó por teléfono. Nos contó que tuvo algunas experiencias graves en su viaje auto-stop a través del país. Al final fue recibido a salvo en la casa de unos amigos de la familia. Desde su llegada allí, había estado reflexionando durante varios días y noches, preguntándose que debía hacer consigo mismo. Concluyó que ya estaba listo para regresar a casa.

Me dijo: “Mamá, descubrí que lo que estaba buscando aquí fuera, ya estaba dentro de mí”. Con gran alegría le dije que me había ayudado la misma idea reconfortante; que el reino de Dios está dentro de él. Esta experiencia fue una prueba poderosa de lo verdadera y práctica que es esa enseñanza bíblica tan familiar: “El reino de Dios dentro de vosotros está”, tanto para nuestro hijo como para nosotros, los padres. Es una idea consoladora y fortalecedora con la cual continúo trabajando.

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / agosto de 1994

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.