Era el año mil ochocientos ochenta y dos; la tercera semana de enero fue ese año, fría, gris y lluviosa. Sin embargo, en la casa de los Eddy en Lynn, Massachusetts, quedaba poco tiempo para prestar atención a las condiciones atmosféricas. Mary y su marido, Asa Gilbert, se estaban preparando para realizar un prolongado viaje a la capital del país, Washington, D.C., y tenían mucho que hacer. La iglesia y los estudiantes de la Sra. Eddy necesitaban guía y aliento. Tenían que hacer arreglos para su sermón dominical en ausencia de la Sra. Eddy, su pastora, que había sido ordenada recientemente. Era necesario que los estudiantes trabajaran juntos. Ella aconsejó a dos de ellos:
Permitan que la iglesia trabaje unida y no separada. Permitan participar a todo el que sea capaz de hacerlo, no se cansen de hacer el bien y Dios los ayudará.
Recomiendo que el servicio de los domingos se celebre alternadamente en su local de Boston y en Charlestown, y que ustedes, y la Sra. Whiting, la Srta. Bartlett y la Sra. Poor se turnen para conducir los servicios en orden alfabético según sus nombres. Documento de la Historia de la Iglesia: L02496, Departamento de Historia de La Iglesia Madre.
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