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¿En busca de trabajo? Usa un argumento válido

Del número de diciembre de 2004 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Hoy, el tema del empleo está en boca de todos. En muchos países la gente tiene varios trabajos para poder ganar lo suficiente para vivir. Recuerdo que Hablé con una persona de Montevideo que se había graduado de Licenciado en Matemáticas. Enseñaba un curso en la universidad, ayudaba en el negocio de su familia y manejaba un taxi. Estaba muy agradecido por el trabajo, pero aún así le resultaba difícil ganar lo suficiente.

Quienes emigran a otros países puede que descubran que las calificaciones profesionales que tienen no se revalidan fácilmente en su nuevo hogar. En la ciudad de Nueva York, donde yo vivo, un dominicano que trabaja en un restaurante o maneja un taxi, puede que tenga un título en ingeniería que no es equivalente con uno de los Estados Unidos, o quizás tenga problemas para hablar inglés.

¿Cómo podemos superar esa sensación de que nuestras oportunidades son limitadas?

El siguiente ejemplo ofrece una buena idea de lo que hablo. Mi amigo estaba realmente agradecido por el trabajo que tenía. La situación económica en el país era mala, y consideraba que cada oportunidad de trabajar era una respuesta a sus oraciones. Pensaba que era una evidencia de que Dios estaba con él, y que el amor del Padre se manifestaba en su vida.

La gratitud abre las puertas al progreso. En el Antiguo Testamento está la historia de una mujer que al quedarse viuda se encontró en una situación desesperada. Le querían quitar a sus hijos y venderlos como esclavos para que pagara sus deudas. Ella le pidió ayuda al profeta Eliseo, y él respondió haciéndole una pregunta muy extraña bajo esas circunstancias. ¿Qué tienes en tu casa? Como es natural, ella respondió: "Nada". Nada excepto una pequeña vasija de aceite.

Pero Eliseo no hizo caso omiso de esa vasija de aceite. Para él era una evidencia de la bondad de Dios. Simbolizaba el amor solícito de Dios expresado en la vida de esa mujer. No era "nada". Era la clave para resolver su problema. Le dijo que fuera a su casa y recogiera todos los recipientes vacíos que pudiera, y luego los llenara con el aceite. La mujer tuvo la gracia espiritual de ser obediente. Sus hijos juntaron todas las vasijas vacías que consiguieron. Ella vertió, y vertió, y vertió el aceite hasta que todas ellas estuvieron llenas. Entonces Eliseo le dijo que vendiera el aceite, y con las ganancias su familia pudo obtener todo lo que necesitaba. 2 Reyes Capítulo 4.

Quizá sólo podemos encontrar un trabajo de medio tiempo, o uno que no usa nuestras verdaderas habilidades. No obstante, no sería bueno llamar a ese trabajo "nada". Si podemos redefinirlo como la primera evidencia de que Dios está operando en nuestras vidas, brindándonos apoyo y cuidado, y sentirnos realmente agradecidos por este primer retoño de primavera que aparece en nuestra vida, se abrirá la puerta del progreso. Realmente puede abrir de par en par las puertas de las oportunidades.

Tú mismo eres la respuesta a una oración.

Hay un libro maravilloso que he estudiado por muchos años, que me ayuda a comprender este punto. Se llama Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras y fue escrito por Mary Baker Eddy. En el primer capítulo titulado "La oración", ella escribe: "¿Estamos realmente agradecidos por el bien ya recibido? Entonces aprovecharemos las bendiciones que tenemos, y eso nos capacitará para recibir más. La gratitud es mucho más que una mera expresión verbal de agradecimiento. Las acciones expresan más gratitud que las palabras".Ciencia y Salud, pág. 3. Para mí esto es lo que Eliseo ayudó a hacer a la mujer. Ella reconoció lo que Dios le había provisto, y luego descubrió que la provisión de Dios nunca cesa.

La gratitud tiene que ser más que un movimiento de los labios. Tiene que ser genuina, venir directo del corazón. Cuando la gratitud es real, la podemos verter en cada vasija vacía, cada sugestión de escasez o decepción o insatisfacción en nuestra vida. Podemos verter nuestra gratitud hasta que cada pensamiento esté lleno del reconocimiento de que la bondad de Dios está plenamente presente en nuestras vidas.

Hay otro punto que me resulta también muy útil. A veces nuestra búsqueda de trabajo parece infructífera. Nos dicen que no tenemos los certificados requeridos, ni la habilidad con los idiomas, ni la experiencia que alguien está buscando. Si uno está en otro país, se puede encontrar también con paredes de prejuicios.

Cuando oramos por trabajo es útil invertir este cuadro. ¿Has pensado alguna vez en el hecho de que tú mismo eres la respuesta de la oración de otra persona? En este mismo momento alguien está orando para encontrar un empleado con tus habilidades, con tu disposición para el trabajo, con tu honestidad, responsabilidad, creatividad, fortaleza, entendimiento. Tú eres la respuesta a esa oración. Cada idea de la creación de Dios, todo hombre y mujer en Su universo, es útil y necesario. Cada uno de nosotros tiene un propósito definido por Dios, y Su amor obra en nosotros para cumplir con ese propósito.

Cuando invertimos el argumento de que no somos necesarios, o de que no hay un lugar para nosotros, y lo reemplazamos con la comprensión de que tenemos un propósito divinamente establecido, y que Dios está dirigiendo todos nuestros pasos, el progreso es seguro. Cuando elevamos nuestro pensamiento espiritualmente de esta manera, comenzamos a ver que nuestra experiencia presente no está controlada por la economía ni por el prejuicio. Nuestra vida está en manos del Creador, el Amor divino. Pensar que somos la respuesta a la oración, que somos necesarios y que nuestra vida está gobernada por Dios, el bien, nos ayuda a responder a Su guía e inspiración infalibles.

Cuando oro, a menudo invierto el orden del primer versículo del Salmo 23. Pienso: "Nada me puede faltar porque Jehová es mi pastor". Puesto que nuestra vida y nuestras perspectivas están en manos de Dios, podemos esperar el bien, el bien abundante e ilimitado. El país en que estamos o donde nacimos, no altera este hecho espiritual. Y es un hecho con el que cada uno de nosotros puede contar.

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