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ESPERA CON GOZO ESE AMANECER

Del número de septiembre de 2005 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


PERSONAS DE TODAS PARTES DEL MUNDO ANHELAN ENCONTRAR LA LUZ QUE LES TRAERÁ CURACIÓN Y REGENERACIÓN, Y NOSOTROS PENSAMOS QUE VALE LA PENA APURARSE A BUSCARLA... Y ESPERAR.

"Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él".

La mayoría de nosotros hemos tratado en algún momento de observar el amanecer. Si la vista es clara, uno sabe que el sol hará lo que ha hecho gloriosamente bien por millones de años: traer luz y calidez a todo aquel que esa mañana viva en ese lado del planeta. Ni por un instante dudas de que va a ocurrir. Con la ayuda de un calendario puedes incluso indicar la hora cada día. Pero eso arruinaría parte de la diversión, la anticipación, el orden natural y espontáneo, la confianza.

Para disfrutar al máximo de un amanecer, experiencia que va más allá del esplendor y el placer visual, es bueno esperar. Sentir que vas a ser sorprendido. Ser paciente. Estar dispuesto a maravillarte.

Esta disposición mental, una especie de receptividad, también conduce al despertar y crecimiento espirituales en muchos aspectos de la vida. Ambos son, en el mejor de los casos, actividades vibrantes y contemplativas que a menudo se producen al orar. Mary Baker Eddy decía que confiar nuestros deseos a Dios es una forma de orar, señalando que dichos anhelos se benefician cuando son "modelados y elevados antes que tomen forma en palabras y en acciones".Ciencia y Salud, pág.

En este contexto, la oración es el deseo de ser aún mejores testigos de la bondad y del amor de Dios. Trasciende el mero propósito personal de obtener dinero, poder, belleza, fama y cosas por el estilo. Si deseamos conocer a Dios no hay decepción posible. El deseo que cada uno tiene de que se manifieste el bien, cualquiera sea la forma, fortalece la oración y produce buenos resultados.

A menudo, tomar la decisión de esperar a que se produzca un resultado deseado, aun cuando uno no necesite hacerlo, es la mejor manera de permitir que Dios "modele" y "eleve" nuestros pensamientos antes de actuar en cualquier situación. Como el amanecer, la experiencia de profundizar tu conciencia espiritual promueve una relación firme, sin esfuerzo, con Dios, que se manifiesta en una variedad de aplicaciones diarias, prácticas e importantes.

Por ejemplo, una relación fuerte y permanente con el Creador puede brindar una base estable y confiable sobre la cual comenzar una familia, iniciar una carrera, unir un pueblo o una comunidad. La guía divina no tiene límite, y es tan variado como las tonalidades del amanecer.

Los mensajes sanadores de la Biblia ponen bien en claro que esperar en Dios es parte natural de nuestra interacción con Él. "Guarda silencio ante Jehová, y espera en él" Salmo 37:7. Y el libro de Lamentaciones dice: "Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová" Lamentaciones 3:26.

El amanecer del despertar espiritual tiene dentro de sí elementos predecibles y confiables, que dan seguridad. Visto espiritualmente revela las leyes firmemente establecidas de Dios, quien es el Principio mismo. Así como no hay dos amaneceres iguales, tampoco hay dos personas que descubran estas leyes de la misma manera, ya que cada cual la relaciona con su propia vida. Mientras recurren a ellas en busca de guía y curación, Dios nunca permite que alguien deje de percibir el amanecer de la verdad espiritual en su conciencia.

Esperar en Dios es un modo de servirlo. Nunca significa dilatar una situación o esperar a que pase el tiempo, es un llamado a la acción mental. Requiere el esfuerzo de ser paciente y estar alerta y dispuesto a recibir inspiración espiritual. Nunca es una carga ni algo aburrido.

Ciencia y Salud explica: "Cuando pacientemente esperamos en Dios y honradamente buscamos la Verdad, Él endereza nuestra vereda".Ciencia y Salud, pág. 254. Podemos esperar pacientemente cuando tenemos una confianza firme en el amor, la misericordia y la maravillosa bondad de Dios.

¿Cuáles son algunas de las áreas en las que tú podrías "esperar pacientemente en Dios"?

• Por ejemplo, cuando no quedan sino unos pocos rayos de luz para resolver un conflicto en una familia o entre naciones.

• O, cuando, a pesar de orar con dedicación, te sientas tentado a abandonar toda esperanza de curación y progreso.

Aquellos cuya espera en Dios es en paz, dichosa y está enriquecida por la oración, por lo general, están menos conscientes de los inconvenientes y retrasos. Pueden mantenerse firmes y confiados, esperando percibir las vislumbres espirituales que iluminarán sus días y sus vidas. Y la transformación les llega de Dios con tanta seguridad como el amanecer llega cada mañana.

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