Estaba yo limpiando la casa, cuando observé que mi pequeña hija trataba con mucho empeño de ayudarme con su escoba musical de juguete. A l rato me di cuenta de que la tonada, despreocupada e inconclusa, se repetía una y otra vez en mi pensamiento.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!