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HAY UN LUGAR JUSTO PARA TI

Del número de enero de 2006 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Al hacer un estudio informal de astronomía descubrí algo increíble que está ocurriendo en el universo. En este momento, hay galaxias que se están cruzando entre sí. Pero lo realmente sorprendente es que debido a la vastedad del espacio, las estrellas y planetas de esas galaxias no entran en colisión. Neil deGrasse Tyson, My Favorite Universe, Chantilly, Virginia, The Teaching Company, 2003, pág. 22.

Si estás luchando por conseguir empleo en un mercado de trabajo difícil, quizá pienses qué estupendo sería que lo mismo ocurriera con los empleos; que hubiera muchas vacantes, y un lugar adecuado en el que cada uno pudiera ser productivo. Pero lo cierto es que esto ya es verdad. La ley universal de Dios asigna un lugar para cada uno, y en ella encontramos soluciones que nos traen paz. Si el Creador cuida tan bien de Sus estrellas, ¿por qué no habría de cuidar igualmente de nosotros, Sus hijos? Cuando nos apoyamos en Él, encontramos nuestro lugar.

En una ocasión renuncié a mi empleo de tiempo completo para regresar a la universidad después de 20 años. Necesitaba un trabajo de medio tiempo, pero no tenía idea de cómo iba a encontrar un puesto con la flexibilidad que me permitiera trabajar entre mis horas de estudio, puesto que éstas cambiarían cada semestre. Si bien había trabajos para estudiantes en la universidad, yo no calificaba para ellos. Por otro lado, su paga no estaba a la altura de lo que yo quería. No obstante, pensaba que era una buena idea volver a estudiar. También sabía por experiencia que si escuchaba a Dios, llegaría a percibir de qué manera Él ya se había hecho cargo de mi dilema. Así que me puse a orar.

Mary Baker Eddy descubrió que las leyes divinas le permitieron a Jesús ayudar y sanar a la gente. A estas leyes ella les dio el nombre de Christian Science. Su propio éxito al sanar a las personas mediante la oración le probó que existe un Principio, o Dios, que gobierna el universo. Este Principio está disponible para todo aquél que se apoya en él y recurre a su guía ante cualquier circunstancia de la existencia humana.

A medida que oraba por mi situación de trabajo, pensé mucho en un artículo sobre la Christian Science que se titula simplemente "Nuestro lugar", publicado hace más de 120 años. Su autor dice en parte: "Yo creo que Dios le ha dado a cada uno un lugar, y en esta creación armoniosa no hay vacío; nada está fuera de lugar, no hay nada que falte. De manera que lo mismo da que tratemos de respirar sin aire, o pensar sin mente, que imaginar que podemos girar fuera del orden divino del ser, u ocupar un lugar que no sea el nuestro propio. Puede que otros traten de usurpar nuestro lugar, de ser como nosotros; o que traten de mover tierra, y aparentemente cielo, para obtener nuestra posición. Sin embargo, cuando Dios nos ha ubicado allí, ahí estamos, y nada nos puede quitar la herencia a la que tenemos derecho".

El artículo continúa diciendo: "Nunca vemos que unas estrellas traten de ocupar el lugar de las otras, ni que el sol y la luna estén en conflicto..." "Our place", The Christian Science Journal, Diciembre de 1883.

El lugar que ocupa cada uno en el plan de Dios, ya ha sido establecido. Y puesto que Dios nos ha creado "desde el comienzo", Véase Génesis 1:2. ya estamos allí. Si oramos con el deseo puro de servirlo, de usar las buenas habilidades y talentos que Él nos ha dado, el puesto tan especial que nos tiene preparado se manifestará.

Mientras oraba me vino la idea de consultar el sitio en Internet de la universidad a la que asistía. Allí encontré un puesto que parecía perfecto, y que consistía en trabajar con el funcionario encargado de los estudiantes que recibían ayuda económica. La fecha de cierre para postularse había vencido. No obstante, me presenté y me hicieron una entrevista.

En esta creación armoniosa no hay vacio; todos tienen su lugar.

Cuando nos encontramos, el supervisor me dijo: "Este puesto debe ser para usted. Puse anuncios en todas partes y no se presentó nadie calificado". El sueldo era excelente y el horario flexible. Trabajaba un par de horas por la mañana, asistía a una o dos clases, y volvía a trabajar por la tarde, o viceversa. El arreglo fue perfecto.

Un poema que me gusta dice: "Así como entre las estrellas nunca existe contienda... los hijos de Dios siempre unidos están".Himnario de la Christian Science N°236 en inglés.

Al buscar, no es necesario perder tiempo y energías sintiéndose temeroso o celoso por la competencia. La meta de la oración es que ocupemos nuestro lugar especial e individual, viéndonos completos en la creación perfecta de Dios. Y Su ley está apoyando cada deseo para lograrlo.

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