La Christian Science llegó a mi vida cuando estaba sufriendo de varios problemas de salud. Uno de los más graves era una protuberancia que se había formado en la vagina, sumamente dolorosa y que no me permitía caminar. Los médicos ya me habían operado sin ningún resultado.
Había buscado respuestas en otras religiones, pero todas eran como un signo de interrogación para mí. Entonces en un momento de desesperación, le pedí a Dios diciendo: "Padre, solamente tú sabes dónde está la Verdad. Yo no Te busco más. Necesito un hogar espiritualizado; necesito una religión para mis hijas, para mi familia y para mí". Después de eso, me quedé muy tranquila.
Poco después una amiga me regaló el libro Ciencia y Salud. Fue algo maravilloso para mí. Cuando vi el emblema de la cruz y la corona en la tapa del libro, sentí que era una respuesta, sin saber qué contenía.
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