"Si los triángulos inventaran a Dios lo harían de tres lados", dijo el filósofo francés Montesquieu hace 300 años.
Tal vez esto explique cómo el pensamiento humano a través de las épocas ha tratado de componerse una imagen de Dios para poder llegar a conocerlo, y con qué perseverancia lo ha venido haciendo. Sin embargo, esta imagen de Dios ha tenido una semejanza humana, ha sido una imagen de tres dimensiones.
Y esta forma de llegar a conocer a Dios ha sido como tratar de describir una esfera mientras se tiene la vista fija en la sombra circular que esta esfera proyecta sobre un papel.