Mi especialidad son las ciencias naturales y también soy Científico Cristiano, de modo que a veces me preguntan si creo en la creación o en la evolución. Con el término creación se refieren a la idea de que el Dios de la Biblia creó al hombre del polvo, hace unos 6000 años.Véase Génesis 2. Mientras que con el término evolución por lo general hacen referencia a la Teoría de la Evolución que Darwin dio a conocer por primera vez en su libro El Origen de las Especies, publicado en 1859. Darwin propuso que el hombre era el resultado de mutaciones de formas inferiores hasta llegar a su estructura material actual, mediante un proceso llamado "selección natural", en el cual sobreviven las características más aptas.
Dios es Espíritu, por lo tanto, sólo podemos ser espirituales.
En ambas se encuentra la oculta suposición de que el hombre es material. Es obvio que si uno parte de una premisa tan limitada, lo más seguro es que llegue a una conclusión igualmente limitada — limitación A (creación material) o limitación B (evolución material). Pero en la Ciencia Cristiana aprendemos que el hombre es espiritual y es creado por Dios, la Mente infinita, en un continuo desenvolvimiento. Como escribió Mary Baker Eddy, la Descubridora de esta Ciencia: "La creación está siempre manifestándose y tiene que seguir manifestándose perpetuamente, debido a la naturaleza de su fuente inagotable".Ciencia y Salud, pág. 507. Por lo tanto, la creación de Dios no es un hecho histórico, sino la acción de la Mente infinita y eterna que "conoce" el universo, incluso al hombre como lo describe el primer capítulo del Génesis. Puesto que somos como Dios, creados a Su imagen y semejanza, necesitamos contemplar a Dios para conocernos a nosotros mismos. Él es Espíritu, de modo que por ser la imagen del Espíritu, debemos ser totalmente espirituales. Dios es Mente, así que debemos ser inteligentes. Dios es uno, por ende, debemos ser únicos y sin par. Dios es infinito, por tanto, debemos ser ilimitados.
Muchos pensadores religiosos consideran que la teoría de la evolución es muy exagerada. Pero como Científicos Cristianos, al ver la marcha del pensamiento hacia el Espíritu, podríamos pensar que la evolución, como muchas ciencias en este punto, simplemente no ha ido lo suficientemente lejos. M. B. Eddy comentó: "La evolución describe los pasos graduales de la creencia humana, pero no reconoce el método de la Mente divina, ni comprende que los métodos materiales son imposibles en la Ciencia divina y que toda ciencia es de Dios y no del hombre".ibíd., pág. 551.
Entonces, ¿hay acaso una ley de selección natural en la Ciencia Cristiana? Sí, la hay. La Sra. Eddy lo explica así: "El hombre sobrevive las definiciones finitas y mortales de sí mismo según la ley de 'la supervivencia de los más aptos'. El hombre es la idea eterna de su Principio divino o Padre".No y Si, pág. 25. Por lo tanto, para mí la ley de la selección espiritualmente natural significa que el hombre inmortal y espiritual perdura y tiene vida infinita, mientras que el concepto mortal y material del hombre no puede perdurar.
La creación espiritual incluye vida continua porque nosotros —y toda la creación— "siempre" manifestamos, experimentamos y somos la expresión constante y eterna de la Mente infinita. Un concepto mortal de nosotros mismos no puede percibir ni una vislumbre de esta Vida eterna porque ese concepto limitado es, por definición, finito. El concepto restrictivo y material del hombre no puede oponerse a la idea ilimitada de la creación de Dios porque la mortalidad no perdura ni puede hacerlo.
Mary Baker Eddy usaba los términos creación y evolución de manera intercambiable, porque, en cierto sentido, en las enseñanzas de la Ciencia Cristiana tienen un significado idéntico. Ella escribió: Creación, evolución o manifestación tienen que ser espirituales y mentales, pues están en el Espíritu, la Mente, y proceden de ellos, y son todo lo que realmente existe. Esto es Ciencia, y puede demostrarse".Escritos Misceláneos 1883–1896, pág. 27.
Al igual que con la pregunta sobre nuestro origen, y todas las preguntas que enfrentamos en la vida diaria, podemos ser guiados a rechazar la sensación, que a menudo nos presenta el pensamiento mortal, de que nuestras opciones para elegir una carrera, compañía, curación, tiempo, finanzas, o cualquier otro aspecto de restricción o dualidad, son muy limitadas. La verdad es que podemos rechazar totalmente las limitaciones y comprender que sólo tenemos una opción, y Dios ya tomó la decisión por nosotros. Tenemos que ser Su reflejo ilimitado ahora mismo. De modo que, como Josué en la Biblia, podemos escoger hoy a quién serviremos. "Nosotros serviremos a Dios".Veáse en la Biblia Josué 24:15. Y realmente ésta es la única opción que tenemos.
    