No necesitas ser poeta para poder escribir, no necesitas tener renombre para poder “ser alguien”, no necesitas dinero para “ser feliz”...
Puedes tener todo lo que deseas si tan solo te detienes un momento y te dedicas a mantener a Dios en tu pensamiento y percibes que tú y Él son uno. Entonces verás un nuevo horizonte, un nuevo mundo, lleno de ilusiones cumplidas, de goces puros y permanentes.
Para poder vivir, debes aprender a ser el hombre espiritual y perfecto de la creación de Dios. Porque, ¿qué es la vida diaria sino apenas un vaivén del Amor divino? Su presencia te ayuda a tener bellos pensamientos y buenos sentimientos y a perderte en el tren del olvido de dolores pasados, y mirar hacia delante con esperanza y fe.
Pero ¿cómo se es hombre?, te preguntas.
¿Qué es ser hombre?...
¿Sino amar a tu prójimo?...
¿Sino soñar en un mundo distinto?...
¿Sino saber vivir?
Y... ¿Cómo sé qué es vivir?
Cuando aprendas a amar la vida, a disfrutar cada momento, a ver en las pequeñas cosas, la inmensidad del deseo de ser libre...
Sólo mira las aves, ¿no quieres ser como ellas? ¿No te gustaría remontarte en la inmensidad del cielo?
El ave solo quiere ser feliz...
Y tú para ser feliz quieres ser...
una buena madre, para atender a tus hijos de la mejor
manera posible...
un buen esposo, para mantener a tu familia...
un buen hijo, para respetar a tus padres...
un buen vecino, para ayudar cuando te necesiten...
Debes aprender a vivir... viviendo en el presente y para el eterno ahora, donde...
vivir es saber escuchar lo que nunca te imaginaste oír...
vivir es aprender a decir lo que nunca creíste decir...
vivir es estar juntos...
es ser hermanos el uno del otro,
y del vecino y del tío... de todos...
vivir es simplemente hacer de las pequeñas cosas cotidianas un gran mundo de sensaciones... para que extiendas tus alas y te sientas libre y lleno del gozo que sólo el Amor divino puede brindarte.