Una mañana, muy temprano, algo me despertó. Sentí como si Dios me estuviera diciendo que tomara lápiz y papel y comenzara a escribir. Al principio me sentí renuente a hacerlo, pero luego obedecí. A continuación presento la inspiración que recibí sobre mi labor como practicista de la Ciencia Cristiana.
Yo soy Dios, y nunca creé la materia; la materia no existe. Así que deja de tratar de sanar la materia.
Ni tu paciente ni tú, como practicista, pueden ser hipnotizados para creer que existe un verdadero problema, puesto que Yo jamás creé un problema. No hay problema que sanar, tan solo un concepto incorrecto (falso). Conoce mejor quién soy Yo. Conoce la verdad de lo que he creado. Ésta es la realidad en que se funda el trabajo que realizas.
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