Cuidar a nuestros semejantes con el profundo deseo de ser testigos del tierno cuidado de Dios, es la esencia misma de la curación en la Ciencia Cristiana.
La Ley Divina —la ley del Amor, la inteligencia y la armonía— es el cuidado de Dios en acción. Sana al mismo tiempo que revela al corazón receptivo la guía de Dios para orar de una manera natural. Esta misma ley de curación indica al enfermero de la Ciencia Cristiana la forma más adecuada de atender las necesidades de aquel que recurre a Dios en busca de curación.
Mary Baker Eddy, previó que las actividades de los enfermeros de la Ciencia Cristiana formarían parte de la misión que tiene su iglesia de ayudar y bendecir al mundo, que como dice en el Manual de la Iglesia, está "destinada a conmemorar la palabra y las obras de nuestro Maestro, la cual habría de restablecer el Cristianismo primitivo y su perdido elemento de curación".¹ La labor de los enfermeros de la Ciencia Cristiana es una actividad cristiana sanadora.
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