Leyendo una frase de Mary Baker Eddy que dice: "La Ciencia debe recorrer todo el terreno y desenterrar toda semilla sembrada por el error", me puse a pensar en cuántas semillas han sido "desenterradas" en mi vida a lo largo de 23 años de conocer la Ciencia Cristiana. (Véase Ciencia y Salud, pág. 79)
Siento que han sido muchas. Algunas de ellas eran superficiales. Otras, demasiado profundas y arraigadas. Costó trabajo, y a veces hasta lágrimas sacarlas a la luz, pero finalmente salieron para ser erradicadas, porque reconocí que habían sido sembradas por el "maligno", no por mi Padre celestial, el Divino sembrador.
Para "desenterrar" esas semillas hubo necesidad de cavar profundo en "todo el terreno" de mi consciencia. En esa labor, encontré malas hierbas como temor, orgullo, odio, resentimiento, envidia, venganza, malestar, coraje [ira]. Malas hierbas que sólo conducen a la enfermedad, el pecado y la muerte.
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