Me gusta mucho la manera de orar en la Ciencia Cristiana porque no empezamos con el problema, sino con Dios. Cuando logramos cambiar nuestro pensamiento y percibimos la perfección de Su creación, la condición, cualquiera sea, desaparece.
Un día estaba con el período y tenía muchos dolores. Todo el día traté de ignorarlos, pero llegó un punto en que la molestia era tan grande que no pude continuar trabajan-do. Entonces, comencé a orar.
A mí no me gusta repetir la oración como si fuera una fórmula, sino tratar de entender cada cosa que digo. Así que oré varias veces con la "declaración científica del ser" de Ciencia y Salud, reflexionando profundamente en su significado. Como en ese momento el problema más tangible era el dolor, cambiaba la palabra materia por dolor. Decía: "No hay vida, verdad, inteligencia, ni sustancia en el dolor, todo es Mente infinita". Comprendi que Mente se refiere a Dios. "Y su manifestación infinita", refiriéndose a todo lo que Dios ha creado. "Porque Dios es Todo-en-todo". Y cuando llegué a la mitad de la declaración, dije: "el Espíritu es Verdad inmortal, y el dolor es error mortal" (Pág. 468).
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