Hace unos años, le estaba leyendo a mi hija una revista para niños que se refería a las fiestas de diciembre. Al leer que en Navidad se celebra el nacimiento de un bebé, mirándome con una sonrisa, pues le encantaba la historia del nacimiento de Jesús, exclamó: “¡Un bebé muy especial!” Una de las cosas que hacía tan especial a Jesús era la esperanza que inspiraba.
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