Siento una continua gratitud por las bendiciones que recibí cuando con mi esposa decidimos mudarnos, hace más de cuatro años. A lo largo del camino, aprendimos más acerca del amor de Dios, mediante una constante oración, llena de confianza, basada en la Biblia, y que, sazonada con mucha gratitud, nos abrió el pensamiento al bien ilimitado, aún en épocas de incertidumbre económica.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!