En una época de tantos desafíos muchas veces puede que sintamos como un vacío en nuestro interior. Tal vez pensemos que si damos algo, ya sea dinero, tiempo, esfuerzo, nos va a faltar a nosotros.
Sin embargo, el dar forma parte de nuestra naturaleza, y en la medida en que damos, se activa la ley de Dios de dar y recibir.
En Ciencia y Salud, Mary Baker Eddy afirma: "No existen vacíos". Para el sentido material, puede que parezca que enfrentamos situaciones de carencia, de ausencia o pérdida de alguna cosa o persona; de falta de empleo, de recursos, de compañía, de amor, o de capacidad. Sin embargo, cuando reconocemos que el reino de Dios está aquí presente, empezamos a ver que no puede haber vacíos porque todo el espacio está ocupado por el Amor divino.