En noviembre de este año se cumplen 25 años de la caída del Muro de Berlín. Aparte de dividir la ciudad de Berlín en dos, este muro simbolizaba la separación del mundo en dos bloques, uno formado por los países capitalistas, y el otro por los países comunistas. Durante muchos años, estos dos bloques lucharon por tener hegemonía política, económica y militar en el mundo.
Esta disputa se sentía de diferentes maneras en muchas partes del mundo. En mi país, Angola, hubo una masiva intervención extranjera durante la guerra civil que tuvimos, porque los dos bloques políticos brindaban una significativa ayuda militar a las partes involucradas en nuestra guerra civil. Como resultado, el conflicto creció desmesuradamente, se extendió y duró casi 30 años.
Hoy y siempre, podemos reconocer que Dios, el bien, es el gobernador supremo.
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