Queridos miembros de La Iglesia Madre:
¡Les envío un afectuoso saludo desde el soleado sur de la India! Es para mí un privilegio escribirles como Presidente para recordarles el amor y el apoyo de nuestra querida Iglesia Madre hacia ustedes, que hacen brillar su luz en cada rincón del mundo.
Mientras continuamos cumpliendo con nuestra misión individual y colectiva de sanar y salvar al mundo, podemos seguir trabajando para alinear nuestras vidas individuales y nuestra experiencia de iglesia con la ley divina de la armonía. Y si a veces somos tentados a sentirnos abrumados por esta demanda, recordemos: “...este Principio infinito hace exigencias infinitas al hombre, exigencias que son divinas, no humanas; y la habilidad del hombre para satisfacerlas proviene de Dios...” (Mary Baker Eddy, Escritos Misceláneos 1883–1896, pág. 16).
Hoy en día parece que los males de la violencia y el odio nos confrontan a cada paso. Sin embargo, cuanto más sombríos se tornen, más se necesitan nuestros servicios religiosos, Salas de Lectura, publicaciones periódicas y conferencias para ofrecer esperanza y soluciones basadas en la oración. Y The Christian Science Monitor presenta una perspectiva diaria que puede conducir a un mundo más seguro, libre y justo.
Sustentando todas estas actividades está nuestro Pastor —la Biblia y Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras— y el Manual de la Iglesia, que fortalecen nuestro entendimiento de la Ciencia Cristiana y apoyan nuestra demostración de ella mediante la curación. Gracias por todo lo que están haciendo por la Causa de la Ciencia Cristiana: por sus oraciones, su amor, su trabajo sanador y todas las formas en que apoyan a La Iglesia Madre, incluyendo su contribución de la capitación anual.
Con amor y gratitud por cada uno de ustedes,
Annu Matthai
Presidente
En Ti, Espíritu piadoso, oh Dios,
yo Tu hijo, vida hallé;
y en Tu esplendor de luz glorioso,
de todo mal me despojé.
En Tu amor estoy a salvo
de pensamientos de temor;
en Tu verdad sabré tranquilo
que cerca está mi Salvador.
En Tí ni pena ni tristeza
ni ansiedad he de tener;
hoy y mañana me das fuerza,
Tu amor y vida están doquier.
Frances A. Fox, Himnario de la Ciencia Cristiana, No. 154 traducción © CSBD
