¿Será verdad que “tú eres tus genes”? ¿Que las vulnerabilidades, inteligencia, temperamento y otras características físicas están determinadas en gran medida por los genes que heredamos de nuestros padres?
Muchos casos de problemas hereditarios, sanados por medio de la oración que se apoya en el poder supremo de Dios, han sido registrados en la Biblia, así como en esta publicación. Estas curaciones son una prueba de que los genes no tienen poder verdadero sobre nuestro ser, y que comprender lo que realmente controla nuestra individualidad puede librarnos de lo que aparentemente dicta la genética. La Palabra de Dios revela esta comprensión.
Hay un claro contraste entre el punto de vista espiritual de la identidad individual, delineada por la Palabra de Dios, y el punto de vista material que dice que predeterminadas características pasan de una generación a otra por medio del lenguaje molecular del ADN.
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