Nota de la Redactora: El Cuerpo de Conferenciantes de la Ciencia Cristiana ha solicitado a Heloísa, autora de este artículo, que este año de conferencias (del 1° de julio de 2018 al 30 de junio de 2019) esté específicamente disponible para dar conferencias en español y en portugués auspiciadas en los Estados Unidos y en el exterior.
Imagínense que se encuentran en un pueblito de Brasil en los años 1600 o 1700. Partes de un libro prácticamente desconocido —la Biblia— se ha abierto paso y llegado a manos de los habitantes en el interior del país. Por toda la región, la respuesta de la gente al escuchar la historia de Jesús por primera vez es, con frecuencia, que es una historia muy bella. Durante la época colonial la Biblia era un libro prohibido, no obstante, quienes la encontraban eran transformados, regenerados y se convertían en mejores personas, simplemente porque estaban leyendo por primera vez la historia de Jesús, y les parecía muy hermosa.
Hemos avanzado mucho. Hoy, el libro que era prohibido en Brasil durante la época colonial se ha transformado en una de las obras más leídas no solo en Brasil, sino en todo el mundo a lo largo de los siglos.
La historia de Jesús con su efecto sanador y edificante ha preparado el pensamiento de todos los pueblos, culturas, lenguas y regiones, al presentar una forma más elevada y espiritualizada de pensar y orar.
Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, era una estudiante y seguidora leal de la Biblia. Durante los últimos 150 años, la voz de la Ciencia Cristiana ha traído mayores posibilidades para que todos aprendan aún más de la Ciencia práctica que se encuentra en las páginas de la Biblia, la Ciencia que Jesús conocía, así como, la forma como él sanaba.
El beneficio de conocer la Ciencia Cristiana debe estar al alcance de toda la humanidad. No está reservado para ningún idioma o segmento de la sociedad humana en particular, como tampoco para ninguna parte del mundo en particular. Las palabras del Apóstol Pablo atraen a nuestra era: “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28).
Una conferencia de la Ciencia Cristiana es la ocasión ideal para dar a conocer los hechos sobre la vida de Mary Baker Eddy. Una conferencia trae curación a las personas y a la sociedad, y consuela al corazón quebrantado. Presenta ideas que ayudan a un mundo plagado por el temor a la enfermedad, la pobreza y las crisis humanitarias en todos los continentes. Guía a la gente a estudiar más la Biblia y el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, escrito por la Sra. Eddy. Estos libros explican el Principio divino, el Amor divino, la ley de Dios, que es siempre imparcial, nos guía para hallar soluciones justas, y trae curación. La Ciencia Cristiana capacita a quienes estudian sus enseñanzas para ir más allá y no solo creer meramente en Dios, sino comenzar a comprender realmente qué es Dios. Es entonces cuando se manifiestan la curación, la restauración y las soluciones. En Ciencia y Salud leemos: “Si comprendiésemos a Dios en vez de meramente creer en Él, esta comprensión establecería la salud” (pág. 203).
El trabajo que el Cuerpo de Conferenciantes está haciendo alrededor del mundo este año incluye orar y centrarse especialmente en las conferencias para las comunidades de habla hispana y portuguesa en los Estados Unidos y en el exterior.
Este enfoque es particularmente oportuno. Desde principios del siglo XVI, la tierra que se transformaría en los Estados Unidos ha sido el hogar de descendientes españoles. Los Estados Unidos son ahora la segunda población más grande de habla hispana del mundo, siendo México la primera. El momento actual es rico en oportunidades para dar a conocer el poder sanador de Dios. Es necesario que nuestra era vea a toda la humanidad como un todo indivisible.
Una iglesia principalmente de habla inglesa, que auspicia una conferencia en inglés y en español, asume doblemente la posición de acoger a aquellos que vienen a escuchar nuevamente la sencilla y bella historia. Historia que trae el poder sanador de las enseñanzas de Jesús a la gente del siglo XXI.
El anfitrión tiene la función de servir. La bendición del festín que ofrece el anfitrión, el resultado de una conferencia ofrecida a la comunidad, es para todos. Para toda la ciudad, sin verla dividida por el idioma, la cultura o el origen de las personas, sino unida como una sola voz, con un solo propósito, un solo objetivo en común: traer armonía al mundo, acabar con el conflicto humano. Mary Baker Eddy escribió un poema titulado “El Amor” (Escritos Misceláneos 1883 –1896, pág. 387), donde leemos:
Tú, que esperanza a todos das,
nos libras del rencor.
Tu amor la vida es en verdad,
pues Vida es sólo Amor.
Jesús dijo una vez: “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino” (Lucas 12:32). Esto está ocurriendo ahora mismo. Dios nos está dando ideas inspiradoras que revelan Su reino, donde hay armonía, salud, paz y estabilidad.
